Capítulo 6: Tus caricias

1 0 0
                                    

AVISO: ESTE CAPITULO CONTIENE ESCENAS QUE PUEDEN SER SENSIBLES PARA ALGUNAS PERSONAS.

Selin:

Mis ojos apenas lograban abrirse debido a lo hinchados que estaban luego de llorar la mayor parte de la noche, esto porque además de despertarme en múltiples ocasiones, las pesadillas no dejaban de venir: en ellas mi madre vestía con su atuendo favorito mientras intentaba quitarse una cinta que cubría su boca impidiendo que se pudiera comunicar conmigo, yo intentaba quitársela, pero cada vez que me acercaba ella se alejaba haciéndose angustiosamente inalcanzable.

No supe cómo, pero logre levantarme, mi cuerpo dolía y un sentimiento irreal me invadía haciendo que mi alma pesara como un jodido bloque de cemento. Estaba cargando con mucho y mi corazón estaba cediendo el mando a mi cerebro por las graves heridas que permanecían ahogándolo.

Al mirarme al espejo visualicé todos los hematomas de mi cuerpo, unos más grandes que otros con tonalidades nunca antes vistas en la paleta de colores, sin duda debía taparlos, pero... ¿cómo?, usar base no es mala opción, pero tampoco hace milagros, ponerme vendas es demasiado dramático puesto que tampoco eran heridas profundas y definitivamente decir que me caí seria insólito. La cabeza me dolía de tanto pensar hasta que una buena idea llego sin avisar: me pondría unos jeans clásicos sin aberturas para ocultar los de las piernas, un suéter gris oversize que cubriría los de mi torso y brazos, para finalizar con unas zapatillas cómodas que siempre me ponía, nada podía salir mal... hasta que vi mi cara: en mi ojo había un gran moretón negro mientras que en mi labio rondaba un abundante sangrado, otra vez a volarme la cabeza para buscar solución; al final decidí colocar base en mi ojo para hacerlo ver más leve y pintarme los labios de rojo para así disimular la sangre de este, todo estaba listo y lo único que quería era lograr pasar desapercibida. Antes de salir de mi habitación me puse la capucha metiendo mi pelo suelto dentro, baje las escaleras y vi a mi padre aún tendido en el suelo, no podía importarme menos por lo que abrí la puerta de la calle y camine hacia la universidad, después de todo se lo había prometido a Thomas.

Al llegar al salón no pude encontrar a nadie lo cual no me sorprendió en absoluto puesto que eran las seis de la mañana; así es, me vine antes de lo esperado. Aun así, decidí buscar un sitio en donde acomodar mis cosas, quería un puesto arrinconado al cual nadie mirara mucho pero que aun así tuviera buena posición para divisar al profesor, puesto que me tocaba química con el señor Stefan y estaba segura de que traería mil inventos de sustancias separadas por pipetas para agregar a recipientes de dudosa procedencia, tal vez no confiaba en él, pero debía poner atención para pasar sin alteración. Después de todo lo ocurrido no quería otro problema con el que lidiar, sin duda ya tenía suficientes.

Ya instalada note que alguien quería entrar, había cerrado la puerta para ver si podía dormir así que me levante rápidamente para abrirla. Thomas se encontraba en el marco de la puerta por lo que apresuradamente oculte la cabeza para posteriormente dar pasos agigantados dirigiéndome hacia donde antes estaba al mismo tiempo que hundía mi cara entre mis brazos para ocultar el miedo a la reacción que pudiese llegar a tener. Pronto llego a mi lado ya que note que se inclinó delante de la mesa.

- ¿Pasa algo? - el solo hecho de escuchar su voz me hacía estremecer.

-En absoluto- pronuncie en tono bajo.

-Entonces ¿por qué te escondes? -soltó una mini risita.

-Porque hoy me veo horrible- fue lo único que se me ocurrió decir.

-Eso es imposible porque tú eres muy hermosa- las ganas de mirarlo eran más fuertes que yo, así que lo hice olvidándome por completo de la verdadera razón por la cual me escondía.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 27, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mente de diamante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora