El ruido de la campana me aviso el cambio de clase, mi vida se estaba volviendo tan repetitiva que ya me estaba empezando a acostumbrar a las caras de los raros del curso.
Papá me había llamado en la mañana del día siguiente al incidente con la Alessia, metiéndome el regaño del siglo por salir a esa hora sola, ¿que se creía? el fue quien me mando aquí
Lo peor de todo era que pasaba mucho tiempo más sola, había momentos en los que no quería saber de nadie, solo quería abrazar a mi hermano para que me hiciera saber que todo está bien y quedarme dormida en sus brazos, o en los de mi madre mientras me acaricia el cabello salvándome de los monstruos de mis pesadillas, o los de mi papá, que sin decir una palabra lograba calmarme con su sola presencia.
No era una mujer débil, tampoco de las que se sentaba a llorar por sus cambios de humor, pero aveces se necesita un poco de afecto y amor para sentirse bien, y los últimos días había estado más amargada y estresada de lo normal, tenía que cuidar mi espalda de las mafias estando en la universidad y también tenía que cuidarle el culo a mis amigos, porque si me quieren capturar a mi, a los primeros que buscarán serán a ellos.
-¡HEY! -la mano de Ame se movía tan cerca de mi cara que me hizo apartarla en un acto de impresión.
La bajó y rió por mi reacción, no era gracioso.
-¿Estabas pensando en las bolas de tu novio?
Fruncí el ceño y crucé mis brazos
-Yo no tengo novio.
-Lo sé.
Suspire y me paré del asiento, no me había dado cuenta en que momento habían salido todos, ya estaba de mal humor.
-Espera -Amelie me detuvo antes de que me fuera.
-Ten -me tendió una pequeña caja color rosa con un moño blanco
Giré mi cuerpo en totalidad hacia ella y lo recibí totalmente confundida.
-¿Esto es...
-Feliz cumpleaños, prima -abrí mucho los ojos, lo había olvidado por completo
Abrí la pequeña caja con suavidad y quité la tapa, un pequeño anillo de serpiente en oro rosa y blanco, lleno de diamantes en cada parte de este, sus ojos tenían esmeraldas que los hacían resaltar entre toda la pieza.
Miré el anillo y luego a ella, me había regalado muchas cosas pero nunca algo tan caro
-¿Cuanto te costó esto? -le pregunté volviendo a mirar el anillo
Ella se paró del asiento y cruzó sus brazos.
-Eso no se dice cuando se trata de un obsequio, pero si quieres saber me costó unos... -hizo un gesto como si estuviera pensando- cincuenta mil dólares.
Abrí la boca sorprendida, para un regalo que viniera de ella es demasiado
-Lo mejor de todo es que como ambas somos unas serpientes yo también me compré uno -sacó de su bolsillo otro igual al que me había dado y se lo puso poniéndome la mano en la cara.
Sonreí y la abracé
-Gracias -le dije
Se separó de mí, agarró lo que me había dado y me lo puso, sonrió y volvió a subir la mano para empezar a alejarse con ella al frente
-Besties -dijo antes de salir por la puerta
Volví a reír por eso y miré el anillo en mi mano, era la primera que me deseaba feliz cumpleaños hoy, ni mis padres me habían...
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Morgan James
Teen Fiction11 años después de toda la mierda que vivieron mis padres mientras estaban en la mafia, por fin podemos empezar a vivir "en paz" pero las cosas pueden tomar un rumbo muy diferente, enemigos antiguos, amores y heridas del pasado pueden reaparecer, pe...