Capitulo 22: Esperar lo inesperado

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Milenka

Clavó las rodillas en el pavimento haciendo las flexiones, estaba haciendo mi entrenamiento matutino para estar preparada, hoy en la tarde nos iríamos y no se porque presentía que todo se iría a la mierda. Pienso que es por la mala suerte que tuve estos días.

El gimnasio de la central estaba solo, me gustaba hacer ejercicio cuando nadie estaba en el ya que podría hacer cualquier estupidez sin que nadie me viera. Tenía la cabeza en mil partes, estaba divida en Damon y nuestro encuentro en el que no se de donde saque las fuerzas para dejarlo ahí, y la otra en la misión.

Todo estaba preparado y conocía cada una de las cosas que hacía Ilenko Romanov, nunca lo había visto en persona, pero si hoy le tocaba, le tocaba.

La puerta del gimnasio se abre dándole paso a mi prima, no sabía en qué situación estábamos, la última vez que la ví se comportó de muy mala manera conmigo y todavía no sabía el por qué.

No la miré y seguí callada, ella tomó una de las pesas y mirándose al espejo empezó a levantarlas

—Me alegra que estés bien —hablo después de un incómodo silencio, levante mi cabeza para verla.

Le sonreí amablemente, no quería seguir discutiendo con ella

—Si bueno, la herida no fue tan grave y, a decir verdad, es más difícil matarme a la primera oportunidad.

Ella también sonrió, sabía que quería decir algo pero no se atrevía, estos días había estado actuando muy raro, ni siquiera sabía que había venido aquí.

—¿Cuando se van? —me pregunto aún haciendo ejercicio.

—Hoy en la tarde, salimos a las cuatro —le dije, agarre mi toalla para secarme el sudor, ya había terminado.

Ella asintió y volteó para quedar frente a mí

—Escucha —se atrevió a hablar— no quiero que te vayas mal conmigo, se que mi actitud no fue la mejor, pero ese día tenía un gran lío y no sabía que hacer.

La observé por un momento, no quería que me llegaran malas ideas a la cabeza, fruncí un poco el ceño eliminando todo y me acerqué a ella abrazándola, Amelie correspondió a él rápidamente y suspiró, poniéndome la mano en la parte superior de la espalda

—Siempre te voy a querer, cuídate mucho —me dijo y asentí

Agarre mis cosas dedicándole una última mirada y salí del gimnasio para ir a prepararme para salir, solo faltaba ducharme, buscar armamento y organizar nuestros vehículos, no se como había hecho mamá para que Christopher no se diera cuenta de que íbamos a salir, o Alex, o los cadetes o los alférez o...

Deja de pensar tanto las cosas, te vas terminar volviendo loca.

Es verdad.

El calor que estaba haciendo era impresionante y la central se veía muy atestada de gente, me dirigí hacia mi habitación, y...

Mi teléfono sonó y la pantalla se iluminó con la imagen de Naya, sonreí por inercia y conteste.

—Hola extraña —habló entusiasmada al otro lado de la línea

—Hola Naya —le contesté, no me había dado cuenta de lo mucho que me había acostumbrado a ellos, honestamente los extrañaba bastante

—¿Cuando piensas vol.. espera Ross estoy... no —podía escuchar la discusión entre ambos

Sonreí cuando ella línea quedó en silencio unos segundos

—¿Cuando piensas volver? —esta vez el que preguntó fue Jack, un extraño escalofrío me recorrió y no tuve ni idea de por qué

Morgan James Donde viven las historias. Descúbrelo ahora