Capitulo 4.

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Nade con rapidez a donde una de las personas, era una niña.

-¡Tranquila! ¡Te tengo!- dije a lo que la niña me miro y me miro aliviada y sorprendida y yo a ella al reconocerla.

-¡Atala!- dijo.

-Lucy- llame sonriente.

-¡Caspian!- dijo al verlo nadar a los otros dos muchachos.

-¡Edmund, es Caspian!

El nombrado se detuvo de nadar y miro tras el reconociéndonos.

-Todo estará bien, están a salvo- dijo Caspian.

-¿Estamos en Narnia?- pregunto Edmund

-Si- respondí.

Otro niño al que no reconocí seguía pataleando mientras gritaba-¡No quiero estar aquí! ¡Quiero volver a Inglaterra!

El otro miembro de la tripulación que había saltado con nosotros batallaba con el que gritaba, pero finalmente logramos que nos siguiera a un costado del barco donde ya nos esperaba la polea que nos subiría de regreso sobre este.

-¡Sosténganse!- grito Caspian mientras Lucy y yo nos apoyábamos sobre el soporte que con el mecanismo de la polea se alzo sobre el agua dejando a Caspian aun en el agua.

Ya a la altura de la cubierta fuimos jaladas al borde del barco en donde cruzamos de una estructura a otra y esperamos a que Caspian y Edmund nos acompañaran.

La tripulación nos pasó una toalla a cada uno y caminamos por la cubierta mientras nos secábamos.

-Eso fue emocionante- hablo Lucy quien se cubrió con la toalla.

-¿Qué los trajo hasta aquí? Cuéntenos- pidió Caspian.

-No tenemos idea- respondió Lucy.

-Edmund- salude con un abrazo al que el correspondió.

-Me alegra verlos- hablo el.

-A nosotros también- dijo Caspian dándole un abrazo.

-¿Ahora no nos llamaste?- pregunto Lucy.

-No- respondió Caspian.

-¿Atala?- pregunto Edmund a lo que negué con la cabeza.

-Bueno, no importa la razón, estoy feliz de estar aquí- hablo Edmund.

-¡Ahhh!- se escucho que grito alguien tras nosotros.

-¡Quítenmelo de encima!- grito

-¡Cálmese señor!- grito Reepicheep- grita como un ratón bebe.

-¡Quítenmelo!- grito el niño a la vez que tomaba a Reepicheep y lo lanzaba sobre la cubierta

-¡Reepicheep!- saludo Lucy emocionada.

El se sorprendió ante el saludo y al reconocer a Lucy y Edmund se recompuso e hizo una pequeña reverencia.

-Hola majestades.

-Que tal Reep. Es un placer- saludo Edmund.

-El placer es todo mío señor. Pero antes ¿Qué hacemos con este histérico forastero?- pregunto viendo al niño quien ahora se encontraba tosiendo contra el piso.

-¡Esa rata trato de arrancarme la cara con sus garras!- grito el niño.

-Solo trataba de expulsar el agua de sus pulmones, señor- se defendió Reepicheep.

-¡Hablo!-grito-¿oyeron? ¡Hablo!

-Es todo lo que hace- respondió con simpleza uno de la tripulación.

The Aslan DaughterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora