The Aslan Daughter

Capitulo 2.

-Shhh, silencio- murmure a un centauro, unos enanos y a algunos faunos; estábamos ocultos en la oscuridad de una cueva.

Había salido del santuario de la mesa de piedra a buscar mas narnianos que se encontraran en problemas, además de correr la voz respecto a donde nos reuníamos para que pudieran irse a resguardar si es que no era en sus hogares.

De camino a la mesa de piedra, aparecieron unos telmarinos que no nos vieron pero que se encontraban buscando narnianos, además de lo que ocurría evidentemente, había oído que por orden de su rey habían mandado a exterminar a los narni   anos ya que nos consideraban una plaga, anormales y peligrosos.

Nos tomaron por sorpresa desde el primer día y ahora nos debilitaban para evitar que nos reagrupemos y ataquemos para retomar Narnia.

Pasaron un par de horas, pero cada vez que unos hombres pasaban, otros llegaban.

Los narnianos que intentaba proteger se encontraban cansados, habíamos acordado esperar a que se fueran para poder salir, pero cada vez era mas difícil esperar, en silencio.

Se escucho un crac de una rama romperse.

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Desperté sobresaltada y solté un quejido al sentir una punzada en mi cabeza, lleve una mano a mi cabeza, como si fuera eso a quitar el dolor, y me encuentro con una venda que la envolvía.

Miré el techo y se veía rustica, cuando el enano me dio un golpe vi que habían salido de lo que era el tronco de un árbol enorme.

Supuse que estaba en la casa de algún narniano que había logrado ocultarse de los telamrinos.

Me levante lentamente y note que no tenia la capa conmigo, escuche el chocar del metal con metal y lentamente me levante dispuesta a buscar la salida de la habitación, la cual estaba notablemente frente a mi debido al hueco que había y la falta de puerta.

-Te dije que nos deshiciéramos de ellos antes de que fuera tarde- hablo alguien.

-Ya sabes porque no lo hice, además ¿no reconociste a la muchacha?- hablo otro- si no me equivoco es la misma hija de Aslan Nikabrik.

-No estas seguro de eso, venia con un telmarino, no podemos confiar en ninguno.

-Si van a votar apoyo a tu amigo- hablo a quien reconocí como Caspian.

-Apoyo eso- hable asomándome tras Caspian.

-Nos han descubierto, no hay que dejarlos ir- hablo el enano quien blandió su espada contra Caspian quien se defendía con un atizador de chimenea, retrocedió hasta chocar con unas escaleras que daban a donde me encontraba.

-¡Basta Nikabrik!- hablo un tejón narniano.

Miré al enano y lo pude reconocer como un seguidor de la Bruja Blanca. Lo tenia escrito por toda su cara.

-O me vuelvo a sentar en tu cabeza ¿eso quieres? -hablo el tejón quien luego miro a Caspian- y tu, mira lo que me hiciste hacer. Pase toda la mañana cocinándolas.

-¿Qué eres?- pregunto Caspian mirando al tejón.

-¿Sabes? Es gracioso que lo preguntes, supongo que no reconoces a un tejón cuando lo vez- dijo caminando a otra habitación.

-Yo lo supe apenas lo vi- dije atrás de Caspian, y luego miré al enano- y a este también.

-No, la verdad es que... son narnianos, se supone que están extintos- hablo Caspian.