You are not trash [Cale Henituse] Trash of the count's family

Capítulo 3 : [Ser útil]

Capítulo 3: [Ser útil]

Frey ya llevaba 7 meses en ese mundo. Dos meses como la segunda asistente del príncipe Alberu.

La cosa era que...

—¡Aun no lo conozco! —los ojos le picaban, quería patalear y gritar. Vivía en su palacio, su puesto de trabajo era a cinco puertas de su oficina, pero no había visto ni su sombra.

Y como no tenía influencia o dinero no podía averiguar sobre los demás personajes.

—Señorita Blair. —un chico que parecía estar al borde de los veinte llamo su atención desde la puerta de la habitación. Era Nolan, el tercer asistente. Serviciales ojos miel, cabello rubio arena y un redondo rostro pecoso.

Cada príncipe tenía un secretario y tres asistentes. Frey solo era una más.

—¿Pasa algo? — Tenía la cabeza recostada en el escritorio con la mirada perdida en la ventana. Nolan trato de no sonar avergonzado cuando pregunto.

—Pe-pensé que la señorita Blair podía ayudarme un poco con mi papeleo, como ayer.

El chico espero nervioso una respuesta. Su calificación era la más baja del examen. Casi era obvio que sería enviado con el príncipe heredero poco favorecido. Todos querían ir con él predilecto del Rey Zed. El tercer príncipe.

—Trae una silla, te lo explicaré y luego lo terminaremos juntos. —Frey bostezo un poco aburrida. Había hecho lo suyo muy temprano en la mañana y no tenía nada interesante que hacer.

Era un típico día de oficina, más tarde cenaría con el resto del personal en la cocina, iría a la biblioteca del palacio y luego a la cama. Por lo menos era más emocionante que ver crecer el moho en la cueva del dragón Lenoir.

—Su alteza es alguien increíble.

Frey dejo de remojar su pluma en la tinta, cuando miro a Nolan, sus ojos azules brillaron aterradoramente, Nolan tuvo escalofríos.

—¿Lo conociste? —desde que trabajaban juntos en la misma habitación y se veían a casi todas horas del día, Nolan jamás había escuchado ese tono chillón en la chica. Sabía lo inteligente que era, tenía paciencia, calma. Pero la Frey de mejillas sonrojadas, ojos vibrantes llenos de anticipación, eso jamás lo había visto. Casi parecía una persona diferente de la serena segunda asistente que él conocía.

—Eh, si...ayer le ayude todo el día, el primer asistente tomó un permiso de ausencia, así que me pidieron reemplazarlo temporalmente...

El secretario era la persona que trabajaba codo a codo con el príncipe, su mano derecha. El primer asistente era el encargado de las necesidades del príncipe, su ropa, alimentación y demás cosas esenciales. Incluso tenía su habitación junto a la de Alberu. 

Ese era un trabajo de ensueño. 

En cuanto a Frey, era la encargada de entregar documentos a los demás palacios, recibir la correspondencia y atender a los invitados cuando Alberu no podía.

—Su alteza realmente es diferente de la gente común, no lo sé, es...es como...

—¿Divino? ¿Fuera de este mundo? ¿Perfecto?

Nolan asintió incomodo. Era la persona a cargo de los insumos y gastos del palacio. Pero no era bueno en los números, por lo que sumando sus horas extras sirviendo personalmente al príncipe. Sabía que necesitaba del asesoramiento de Frey para no cometer errores.

—Sabes, Lord Hart— Frey le sonrió a Nolan con un gesto considerado — Deberías ir a tomar tu descanso, para que puedas atender como se merece a su alteza. Yo me haré cargo de esto mientras el primer asistente no está.

Nolan miró a Frey como si le hubiesen crecido un par de alas en la espalda.

Ella no lo hacía por su compañero. En realidad, no confiaba en los cálculos de Nolan, por lo que quería que todo estuviera en orden. Alberu se merecía lo mejor de lo mejor.

(...)

Paso una semana después de que Frey se hiciera cargo del trabajo de Nolan. 

Al fin obtuvo un empujón del destino, la suerte al fin le sonreía.

En su ya conocida oficina para tres, que por el momento parecía ser solo de ella, el secretario de Alberu irrumpió.

Frey lo sabía, al igual que el primer asistente, ese hombre frente a ella, era un elfo oscuro. Lo que tenía lógica, sus puestos eran los más cercanos a él.

¿Quiénes mejores que elfos oscuros?

Podía sentir un aura distinta en algunos empleados del palacio del príncipe heredero. Incluso con su maná restringido, podía obtener información que otros jamás podrían adivinar.

Pero lo único que daba vueltas en su mente era:

¿Porque no trasmigre a un elfo oscuro? Frey tenía muchas ganas de regañar a quien sea que la dejo en ese problemático cuerpo que tenía.

Si fuera un elfo oscuro podría ayudar mucho mejor a Cale y Alberu. Pero bueno, no podía hacer nada al respecto.

Su lema era algo como "No te aflijas por lo que no puedes cambiar, mejor piensa en lo que si puedes cambiar"

Con su filosofía positivista enfrento al secretario. Tenía una agradable sonrisa que hizo dudar al hombre.

—¿En qué puedo ayudar?

La joven frente a él no parecía muy especial, tenía cabello castaño típico en los ciudadanos de Roan, sus ojos azul oscuro tal vez eran lo más destacable de su apariencia juvenil y energía. 

¿No estaba cometiendo un error?

—Señorita, el joven Hart dijo que usted hizo esto. — Coloco frente a ella unos papeles, era el presupuesto gastado en el último mes, junto al esperado recibir para el que venía. 

—Si. Fui yo, ¿cometí un error?

Frey trago saliva.

El secretario trato de calmar su emocionado corazón.

—¿Podría mostrarme cómo?

...

Bueno, siento que va medio lento. 3 capítulos y nada de nuestros chicos. Pero buenooo, quería que este fanfic tuviera esa vibra de novela de reencarnadas chiche, pero con un poco de triste realidad.

Nada en la vida es fácil.

Perfectamente podría presentarse frente Alberu como un dragón mestizo y ofrecerle su magia. Pero eso alteraría mucho todo, cosa que no quiere, ya que piensa que él único que debería brillar es Cale, y en estos momentos no quiere ir y cambiar la trama a diestra y siniestra. Solo quiere ayudar un poquito indirectamente y sobre todo admirar a la distancia a esos papuchos. Jajaha.

Pero parece que TCF conspira en su contra.

F por ella.

Tanto tiempo y todavía no puede ser bendecida con el rostro de Alberu hermoso.

¿Qué harían ustedes? ¿Se quedarían en las sombras o irían directamente a arruinar lo establecido?