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trataban de seguir corriendo a pesar de todo el derrumbe que caía sobre ellos, la muñeca le dolía por la fuerza que ejercía su padre sobre ella pero trataba de ignorarlo, tenía que seguir avanzando si no quería morir

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trataban de seguir corriendo a pesar de todo el derrumbe que caía sobre ellos, la muñeca le dolía por la fuerza que ejercía su padre sobre ella pero trataba de ignorarlo, tenía que seguir avanzando si no quería morir.

choco con la espalda de su padre cuando alguien con traje azul se posicionó frente a ellos, el padre de la niña la dejó atrás de el y levantó su mano tratando de que no les disparen.

pero a aquel hombre no le importó, y disparó igual.

la primera fue al hombro, la segunda a su pierna y la tercera, la tercera fue directo a su pecho.
el agarre se debilitó y la niña sintió como el caía sobre ella y rápidamente se corrió.

—p-padre.. despierta—lo movió despacio hasta que agarró su mano y la apretó fuerte—¿padre..?

—tie-tienes que c-correr Elena, huye—agarra la cara de su hija manchandola con su sangre—tien-nes que en-ncontrar a Vander, prométeme que lo harás..

—lo prometo papi—sus ojos se llenaron de lágrimas.

—no olvides que te amo—el miró algo detrás de ella y la empujó—¡corre Leni, corre!

la niña se levantó rápido y corrió como el le dijo, miró para atrás una última vez viendo como aquel hombre volvía y la miraba irse, también vio como avanzaba y aceleró el paso.

se metió en un callejón y trepó hasta los tejados, saltando por arriba de los techos tratando de no mirar cuando disparos se escuchaban. resbaló en una esquina cuando saltó y quedo colgando del techo, no tenía fuerzas para subir y solo, se soltó.

cayó esperando el impacto contra el piso, pero a cambio de eso sintió algo blando y un muy mal olor, había caído en un tacho de basura.

la pequeña Elena se quedo ahí acostada mirando el cielo rojo lleno de humo, ahora procesando la muerte de su padre. sus ojos se llenaron de lágrimas pensando en el, era la única familia que tenía y ahora estaba sola.

tapó su boca cuando escucho las pisadas características de aquellos que mataron a su padre, se movió tratando de quedar pegada al fondo de aquel basurero para que no la vean. cuando ya no los escucho, se permitió llorar fuerte, quedandose dormida.

al amanecer, ella sintió como alguien picaba su mejilla, con su mano lo corrió y se dio vuelta para seguir durmiendo.

—¿disfrutas el olor, niña?—Elena rápido se levanto y miro al chico asustada—ey, ey, tranquila. no voy a hacerte daño, ¿como te llamas?

—E-elena—el chico estiró su mano para que ella lo agarré pero no lo hizo, así que la bajo.

—no vine a hacerte daño Elena, vengo a ofrecerte mi ayuda porque eres una niña y estas sola—el volvió a estirar su mano y esta vez, ella si la agarró y la ayudo a salir—¿tienes a alguien?—la niña nego—¿tienes.. a donde ir?

—tengo que encontrar a Vander.

—¿Vander?—aquel chico abrió los ojos—¿e-estas segura?

—mi padre dijo que tengo que ir con el, pero no se quién es ni donde está, ¿tu.. puedes llevarme?

—será difícil, pero te ayudaré—ella le sonrió tímida y el le correspondio—por cierto, me llamo Clyde.

emprendieron un viaje por toda la ciudad, preguntando si alguien conocía el paradero de Vander pero nadie lo conocía, o decía no conocerlo. todos estaban tristes y enojados por lo que había pasado días atrás, sus viviendas y familias estaban destruidas.

ellos dormían en los tejados y a primera hora volvían a viajar tratando de encontar a Vander, hasta que alguien les dijo donde podía estar.
caminaron un rato siguiendo las indicaciones hasta llegar a "La ultima gota", donde dijeron que el se encontraba.

—¿y si.. no está aquí?

—seguiremos buscando, no temas, ¿estás lista?—el estiró su mano y la pequeña la tomó.

ambos entraron a aquel lugar, era una especie de bar en malas condiciones pero, tenía su encanto. no había muchas personas adentro, un par de hombres y mujeres con caras tristes que curaban sus penas con alcohol.
aquellos dos niños que pasaban por el bar sintiéndose pequeños por las miradas de los mayores se acercaron a un hombre que parecía más confiable que los demás.

—¿que necesitan, pequeños?

—¿sabés, uhm, sabés donde está Vander?—pregunto Elena, mirando cualquier cosa menos al hombre que tenía enfrente.

—escuché que alguien estuvo preguntando por mi hace días, ¿eras tú?—una voz detrás de ellos hablo, los dos chicos se miraron entre si y voltearon, levantando su vista ante el gran hombre—¿y bien?

—s-si, era yo..

—¿que necesitas de mí, niña?

—soy Elena, mi padre era Blaise Griffin, le decían..

—Big Blaise—ella asintió, Vander se arrodillo frente a ella y acarició su pelo—eres parecida a el, ¿que le sucedió?

—murió hace días cuando los vigilantes nos atacaron, el me dijo que te busque—los ojos de la niña se aguaron—no se a donde ir, mi madre murió hace años y estoy sola..

—ey, tranquila—la acercó a el—tu te quedarás conmigo, empezaremos de cero, ¿está bien?—ella asintió—tu puedes quedarte también.

—oh, no, yo debo seguir mi camino y buscar a mi hermano—la cara de Elena cambió totalmente.

—¿no vas a quedarte.. conmigo?

—este no es mi destino pero nos volveremos a ver, lo prometo—la más pequeña de los chicos, se acercó rápido y lo abrazo fuerte, Clyde sorprendido le correspondió.

—gracias.

ambos se sonrieron y Elena vio como el se iba del bar, una mano se posicionó en su hombro—vamos Lena, vamos a ver tu nuevo hogar.

Electra || Vi, arcaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora