Vuélveme a querer

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-¿En dónde estaban?-. Lucero esperaba a Fernando y a Emma en la sala de su casa.

-Hola mi amor-. Fernando se acercó para besarla, mientras que Emma decidió ignorarla.

-¿En dónde estaban?-. Volvió a preguntar.

-En la plaza-. Respondió Fernando sin ninguna preocupación.

-¿Fueron solos?-

-Con Susy-. Respondió Emma. -¿Tienes algún problema con eso?-

-Me hubiese gustado que me avisaran-

-Como si te importara-. Dijo Emma y a Lucero se le llenaron de lágrimas los ojos.

-Basta Emma, no puedes hablarle así a tu mamá-. La reprendió Fernando.

-Pues que no finja que le importamos cuando no es así-

-Claro que me importan, Emma yo los amo..-

-No tengo tiempo para escuchar tus discursos cursis, ni mucho menos para escuchar tus falsas promesas de que harás todo para mejorar cuando sigues hundida en el mismo hoyo-.

-¡Ya es suficiente! Yo sé que estamos pasando una situación difícil cómo familia pero eso no te da ningún derecho a lastimar a tu mamá, que desde que naciste no ha echo otra cosa más que amarte y..-

-¿Amarme? Te recuerdo que hace 3 años que yo no tengo mamá, y no porque yo lo haya querido así, ella fue quien nos abandono a todos-

Antes de que Fernando pudiera decir algo, Emma subió corriendo las escaleras.

-Dejala, no la regañes más, Emma tiene todo el derecho a estar enojada conmigo-

-No Lucero, Emma tiene que..-

-Emma no tiene porque quererme, el amor se gana, incluso el de los padres-

-Hablas como si fueras un monstruo de madre, yo soy testigo del todo el amor que le tienes a nuestros hijos, y no es  justo que Emma te falte el respeto así-

-No le digas nada, deja que se le pase el enojo-

-Emma te ama, eres su madre-

-Espero que no sea demasiado tarde para reconstruir mi relación con ellos-

-Yo te ayudaré, te lo prometo, también creo que será bueno que todos tomemos terapia, nos serviría mucho a los 4-

-Estoy de acuerdo, pero primero debemos hablarlo con nuestros hijos-

-Este fin de semana podemos ir los 4 a comer-

-Me agrada la idea, pero prefiero primero saber si ellos están de acuerdo-.

Fernando le dedicó una sonrisa y con sus dedos le peino el cabello.

-¿Qué hacías con Susana en la plaza?-

-No estábamos solos, Emma estaba ahí-

-¿A qué fueron?-

-Emma me llamo por teléfono, me dijo que si podía ir por ellas-

-Esa mujer estuvo aquí antes, y ya le había dicho que no quería que llevara a Emma a la plaza-

-Me dijo que estuvo aquí, pero no me contó eso-

-Pues claro, si tonta no es-

-¿Por qué le tienes celos? A mí ella no me interesa, ni yo tampoco a ella-

-¡Por favor Fernando! Es más que obvio que le encantas, se muere de ganas por tenerte en su cama-

-¿Confías en mí?-. Le pregunto él mirándola a los ojos.

-En ti sí, pero en esa..-

-Con que confíes en mí es más que suficiente-. Le dijo Fernando plantandole un beso en los labios.

-Mañana empiezo yo con el psicólogo, estoy nerviosa amor-

-Todo va a estar bien, te lo prometo, yo iré contigo, claro, si así lo quieres-

-Claro que quiero mi vida-

-Te estaré esperando afuera, para que puedas hablar con toda confianza, si necesitas algo solo me llamas ¿Ok?-

-Te amo mi príncipe-

-Yo te amo más mi pollo-. Le beso los nudillos y después la frente. -¿Le contaste a alguien sobre la terapia?-

-Solo a Gaby y a Soledad, que fue quien me consigo el contacto-.

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-Le imbécil de Lucero inicia sus terapias mañana-.

-¿Y entonces?-

-La orden sigue siendo la misma, volverá más loca de lo que ya está-