Sin alas © || [TERMINADA]

15. Primera regla

Chicos, gracias a todos los que votan capítulo a capítulo, a todos los que comentan, leen incluso a los que descubren esta historia... ¡"Sin Alas" está en el puesto número 3 en Ciencia Ficción! ¡Al fin! Todo gracias a ustedes. ¡Ya casi nos acercamos al cuarto de millón de lecturas! Espero siga creciendo este hermoso proyecto en que me acompañan.

En multimedia (la foto) están los ojos de Edeline Radetti.

Una cosa más, hay un grupo de Whats app del libro, si quieren participar, mándeme mensaje privado con su número más la lada de su país y su nombre para agregarlos.

Besos.

―Vamos, petit, responde.

Su voz suena tensa y su rostro se ve distinto, es cómo si necesitara mi respuesta para poder seguir respirando. O algo aún más importante.

Paso saliva no sabiendo exactamente el motivo de su repentino cambio de ánimo, muerdo mi labio mientras busco algo para decirle sin que al hacerlo, este arriesgándolo todo.

―Yo... no lo sé ―miento―. No sé qué pasará en el futuro, y prefiero no atormentarme pensando en ello ―le tomo del rostro mirando sus labios―. Te recomiendo que hagas lo mismo.

Veo el momento en el que aprieta los dientes y su mandíbula lo pone aún más en evidencia. Detiene un par de segundos su mirada en mis ojos, suelta aire y sonríe.

―Tienes razón ―su rostro vuelve a ser el mismo de siempre―, disculpa mi insistencia. Es sólo que, Line, tú eres la única persona con vida que me queda, siento que debo protegerte de todos, te quiero y no puedo pensar en perderte.

Me deja sin habla, y sólo le doy una media sonrisa.

― ¿Qué sucede? ―inquiere tomando mis manos de su rostro.

―No puedo creer lo que dices, no puedo ser la única persona que quieras en el mundo ―pienso en lo irónica que son mis palabras, cuando por años yo no pensaba en nadie más que en mi amigo, sentí por demasiado tiempo que él era el único que podría quedar en el mundo que yo quisiera y que me quisiera tanto como para dar lo que fuera por mí, pero ahora también pienso en él, en Garnett―. Siempre encontrarás a más personas por las que te darás cuenta que vale la pena vivir. Incluso habrá una persona por la cual valga la pena morir.

Suelta mis manos y veo pasar ante sus ojos varios pensamientos, tratando de tomar una decisión y...

―Line, yo...

―General, disculpe la intromisión pero quisiera saber cuánto tiempo estaremos aquí.

Me giro para ver a Rebecca que está parada a unos centímetros de nosotros. Su cara se ve rígida, al compás de todo su cuerpo. No debí haberla tratado mal, después de todo ella me ha ayudado, ella ha estado para cuando necesitaba hablar con alguien, Rebecca es... mi amiga. Es sólo que al notar que cuando ella vio a Carson, yo y el mundo entero desapareció para únicamente dejarlos a ellos dos, y no lo soporté.

Pero bueno, Carson es sólo mi amigo, yo no tengo derecho a nada con él. A nada.

―Aun no lo decido, Rebecca.

―Bien, general, pido permiso para solicitar algo con usted.

― ¿Permiso para qué?

―Si nos quedamos aquí el tiempo suficiente, podríamos continuar con su práctica en defensa cuerpo a cuerpo.

― ¿Defensa a cuerpo a cuerpo? ―le oigo decir con voz extrañada a Carson.

― ¿Estás segura?