Capítulo 16

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Antes que nada felices fiestas!, una disculpa por la tardanza , Feliz Navidad y Año Nuevo , muchas bendiciones, gracias por leer <3.

Ahora si (1/3)

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Joaquín se negaba a abrir los ojos. No quería que fuera de mañana. No quería que la luz del día insinuara la realidad en su estado soñoliento. No quería que la magia terminara.

«Por favor, todavía no», rogaba en silencio.

Se envolvió dentro del capullo formado por los brazos de Emilio. Estaban acurrucados en el centro del viejo colchón. Las largas piernas de él estaban entrelazadas con las suyas, sus brazos lo rodeaban con tanta ternura como si fuera una preciosa joya. Estaban desnudos y se calentaban con la colcha de parches y el calor de sus propios cuerpos.

Joaquín se maravilló de que quedara algo de calor en sus cuerpos. Le sorprendía que no se hubieran desintegrado, quemado, convertido en cenizas después de la explosión de pasión de la noche anterior.

«La última noche», pronunció en silencio.

¿Alguna vez habría existido una noche como ésa? ¿Alguna vez dos personas se habrían acariciado tanto y con tanta intensidad antes, se habían explorado tan ampliamente? ¿Habrían escalado una montaña emocional y encontrado todo lo que habían estado buscando y más?

Las palabras eran inadecuadas: los clichés sobre mitades convertidas en uno, de dos convertidos en uno, eran demasiado trillados y simples para describir lo que había experimentado en los brazos de Emilio.

Joaquín le había dicho que se estaba enamorando de él y eso fue una mentira, porque ya estaba enamorado de él y probablemente lo había estado desde el momento en que decidió que él era ÉL. Realmente no pudo haber elegido a nadie más.

Joaquín había usado la palabra «amor», pero Emilio no.

Ese escudo que Emilio mantenía en torno a su corazón era tan impenetrable que necesitaría un soplete para perforarlo. Una o dos veces durante la noche tuvo la sensación de que sólo por un breve instante había tenido éxito.

Que la mirada penetrante, las palabras profundas y tiernas, el gemido desgarrador, debieron significar algo. No pudo haberlo besado de esa forma, tocarlo como lo hizo, saborearlo así y todavía permanecer inconmovible.

Joaquín recordó su mirada justo antes de que ambos cayeron en un profundo sueño por la fatiga. Había sido cálida y tierna ¿y amorosa?

A pesar de todos sus sermones en contra, Joaquín deseaba que Emilio se enamorara de él.

No iba a engañarse. Era algo inimaginable que no volviera a verlo nunca jamás, que nunca volvieran a compartir otra noche como aquélla. Con todas sus locuras, Joaquín no había buscado sólo una relación de una noche. Se había deshecho de la carga de su virginidad pero había tomado otra carga peor, la del amor unilateral.

Tenía que admitir que ellos tenían algunas verdaderas diferencias, pero también tenían algunas cosas en común.

Ambos habían perdido a sus madres a una edad temprana, ambos tenían padres dominantes y ambos no hacían compromisos con facilidad. Joaquín necesitaba convencer a Emilio de que podían tener una vida juntos. Lo deseaba, para siempre. ¿Podría hacerlo?

Para Joaquín era la primera vez que sufría por una aguda inseguridad. Decidió que estar enamorado no era lo que había supuesto, especialmente cuando se trataba de la primera vez.

Natural| Emiliaco| AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora