Después de un largo día de trabajo, saqué mi teléfono del bolsillo y decidí mensajear a mi mejor amigo para sugerirle salir. Desde que se había mudado con su pareja, me había dejado un poco en el olvido y, para qué negarlo, el drama nunca está de más.
Baji Keisuke
¿Aún me recuerdas? Soy tu amigo de la infancia y necesito un poco de amor.
Enano estúpido
Bro!! Claro que te recuerdo, eres mi greñudoo.
¿Sucede algo?
Baji Keisuke
Sucede que te olvidaste de tu ''bro'' apenas te mudaste con Draken
Bros before hoes, ¿recuerdas?
Qué te parece si me contentas con una salida esta noche, prometo no decirle nada a Draken.
Enano estúpido
Lo siento bro, hoy tengo una cita con Kenchin.
Prometo que saldremos juntos otro día.
¿Te parece mañana?
Baji Keisuke
La traición.
Está bien pitufo, nos vemos mañana.
Enano estúpido
Pitufo el tamaño de tu pito.
Bien, nos vemos mañana.
Guarde mi teléfono y continúe el camino hacia mi apartamento. Ya eran pasadas las seis de la tarde cuando salí de su trabajo y tenía muchas ganas de tirarme en la cama por el resto de la noche, además de que las nubes eran como un gran letrero fosforescente avisando: ¡Va a llover!
No faltaba mucho para llegar, solo debía atravesar el parque y caminar unas 4 cuadras más para llegar a mi ahora solitaria casa. Sin embargo, alguien sentado en el parque llamo mi atención y, aunque pensé en simplemente ignorarlo y continuar mi camino, decidí acercarme al chico, el cual tenía la pinta de estar teniendo el peor día de su vida.
- ¿Estás bien? - pregunté al chico de cabellera oscura frente a mi. Se encontraba hecho un ovillo sobre el asiento y parecía estar llorando. Sus ropas estaban algo desarregladas, incluso pude notar que su camisa estaba algo rota, pero no parecía un vagabundo.
El chico seguía sin reaccionar a mi presencia y, aunque seguía pensando en simplemente alejarme y dejarlo ahí, no lo sentía correcto.
- Oye - lo volví a llamar, pero ahora tocando suavemente su hombro. Mi error.
Apenas lo toque, el chico retrocedió aterrado y me observó con el pánico impreso en sus ojos turquesas. Sus ojos estaban rojos de tanto llorar y su cara estaba hinchada por la misma razón.
- No me toques - susurro el chico.
- Lo siento, no quería asustarte. Yo solo quería saber si estabas bien - sonreí buscando tranquilizarlo, lo cual evidentemente no logre.
- Yo... no, no lo estoy - admitió el chico volviendo a retomar su posición inicial.
Mire a mi alrededor sin saber qué hacer. Realmente quería ayudarlo, pero no tenía idea de qué hacer. No entendía qué le pasaba a aquel chico y este parecía no tener intenciones de decirme. Como último intento decidí mirar al cielo esperando encontrar una señal divina, pero lo único que descubrí fue que no faltaba mucho para que comenzara a llover.
- Oye, en serio quiero ayudarte, pero no sé qué hacer... ¿quieres que te lleve a tu casa? - Intente ahora con esa jugada. Una vez más, mala opción.
Apenas terminó la pregunta, el chico volvió a mirarme con aquellos ojos llenos de terror y por instinto llevó sus manos a su cuello. Fue ahí cuando algo hizo clic dentro de mi cabeza.
En el cuello del chico observe varias marcas de mordidas y chupetones que estaba seguro debía de doler. Nunca creí que esas marcas fueran algo lindo, pero entendía que algunos lo disfrutaban, sin embargo, esas no parecían marcas hechas a base de pasión y desenfreno. Eran grotescas y hechas con la intención de que dolieran. Eran marcas de abuso.
Por un momento, recuerdos del pasado llegaron a mi mente de tan solo verlo así. Tuve unas ganas inmensas de correr, de huir lejos... pero no iba a dejarlo. No ahora.
"No seas como ella... por favor no"
- ¡NO! ¡A CASA NO! - grito realmente alterado el más pequeño.
- ¡Está bien! Entiendo, a casa no - tuve la intención de tocarle el hombro para tranquilizarlo, pero si las marcas eran por lo que creía que eran, tocarlo solo lo alteraría más.
- No quiero regresar ahí - susurro escondiendo una vez más su cabeza entre sus piernas - No tengo a donde ir, estoy solo y tengo miedo.
Medite las cosas por unos segundos. No podía dejarlo ahí en la calle cuando estaba a punto de llover, mucho menos lo dejaría solo si mis sospechas eran ciertas.
- ¿Qué te parece si vas a mi casa? - el chico levantó la cabeza con miedo otra vez.
"Mala jugada otra vez Keisuke. Este chico parece que sufre abuso y ahora un desconocido le ofrece asilo. Normal y para nada alarmante. Eres brillante, en serio"
- Mi apartamento tiene una habitación libre - intente explicarme - Mi mejor amigo se mudó hace un par de meses, así que puedes quedarte en su antiguo cuarto. Puedes pasar la noche y mañana te ayudaré a conseguir donde quedarte.
- No sé quién eres.
- Yo tampoco sé quién eres y aun así te invito a mi casa. Ambos estaríamos aceptando un riesgo - le sonreí tratando de tranquilizarlo. - Soy Baji Keisuke, prometo no hacerte daño.
El chico me miró aún con desconfianza durante lo que parecieron dos minutos o más. Sin embargo, por alguna razón que desconozco, se puso de pie aun manteniendo su distancia y dijo:
- Mi nombre es Chifuyu ....Chifuyu Matsuno.
Bien Chifuyu Matsuno, no se quien de los dos esta mas loco. Si yo por invitar a un completo desconocido a mi apartamento, o tú por aceptar ir al apartamento de un completo desconocido.
"Mikey se volverá loco cuando le cuente sobre esto."
Con ese simple y tonto pensamiento emprendí de nuevo mi camino a casa, aunque ahora con compañía. Tal parece que mi vida dará algo de qué hablar los próximos días.
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¡No me toques! -Bajifuyu
Fanfiction¿Quieres irte del país? Yo te compro el boleto. ¿Quieres ir con tus padres? Le pediré el auto a Mikey y en menos de dos horas estaremos en camino. ¿O quieres trabajar? Iré por un periódico y traeré mi portátil para buscarte un empleo. Dime que quier...