17- TokyoStudios

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Díganme cualquier error en los nombres, gramática o ortografía.


Para cuando Mikey, Draken y Akiko se fueron ya era pasada la medianoche. En lo que Baji los despedía, yo sigilosamente me moví hacia la cocina.

Solo tenía que abrir la nevera, sacar el recipiente del pay, silenciosamente cortar rápido otra rebanada y guardar el pay, cerrar la nevera y huir a mi habitación sin que el pelinegro lo notara. Fácil, ¿no?

El plan parecía ir a la perfección. Ya había hecho casi todo y simplemente faltaba huir a mi habitación. En un dos por tres la misión estaría completada con éxito. Tome el plato con mi para nada pequeña tercera porción de pay y me di la vuelta.

- ¡Ahhh! - grité al chocar con un gran muro humano.

- ¿Vas a algún lado Chifuyu? - pregunto Baji frente a mi, bloqueando por completo la puerta.

- ... ¿A mi habitación?

- ¿Y el pay para que es? - pregunto de nuevo, pero ahora con una sonrisa burlona en el rostro.

- Para... ¿los nervios? - El pelinegro arqueo una ceja.

- ¿Estás preguntando o me estás diciendo?

- Sí - respondí.

Baji se aguanto la risa ante mi nada reveladora respuesta y simplemente se hizo a un lado.

- Disfruta tu pay.

- Gracias - susurre y camine directo a mi habitación.

Cerré la puerta y dudé un par de segundos sobre poner el seguro. Decidí que no y me di la vuelta para sentarme en la silla frente al escritorio para comer mientras observaba fijamente la caja que Akiko había traído por parte de la empresa TokyoStudios.

Tarde al menos 10 minutos en acabarme el pay y fue cuando decidí que era momento de abrir la dichosa caja. Fue algo difícil, pero la flojera me impedía ir por unas tijeras y hacer esta tarea más sencilla.

En fin, para cuando finalmente el paquete estaba abierto, un toque en la puerta me retuvo de ver cualquier cosa en el interior del mismo.

- ¿Qué sucede? - pregunte sin moverme de mi lugar.

- Akiko me dio una hoja con algunas instrucciones para mañana... ¿la dejó frente a la puerta o...? - dejo de hablar y no hacían falta palabras para saber cuál era la otra opción.

Abrirle la puerta. Dejarlo entrar nuevamente.

No me tomo demasiado elegir una opción, pero creí conveniente hacerle creer a Baji que la puerta aún estaba bloqueada, así que camine hacia la puerta, moví a lo tonto el pequeño seguro y abrí la puerta.

- Hey - saludó con una sonrisa apenas la puerta no estaba entre nosotros.

- Hola... - susurre y desvié la mirada al piso.

- Toma - extendió una de sus manos con lo que supuse era la dichosa hoja.

Suspire para mantenerme tranquilo y deje salir las palabras:

- Puedes pasar.

De inmediato giré sobre mis pies y volví a la silla frente al escritorio. Concentré mi vista en la caja esperando ver de reojo al oji ámbar entrar... cosa que no sucedía. Ante su falta de acción, no tuve más opción que volver mi mirada hacia él. Y ahí estaba, de pie frente a mi puerta con una cara de sorpresa que solo lo hacia ver como un idiota.

¡No me toques! -BajifuyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora