No me bloquees

Capítulo 11: Dev

—¿Dev? —Contesto

—¿Hola? ¿Max? ¿Estás con Dev? —una voz femenina responde del otro lado.

—Ummm, disculpe, ¿Hablo con...?

—Miriam, la mamá de Dev.

Ah cierto, me había olvidado de su voz.

—Buenas tardes señora Fontana, disculpe por eso, estaba despistado -me excuso. Claramente olvidé por completo a los padres de Dev.

Los conocí la navidad pasada porque llegaron repentinamente y por alguna razón Dev me arrastró a almorzar con ellos el veinticuatro de diciembre. Para ese día mamá tenía planeado ir donde la abuela ya tarde.

Porque sí, me escapé ese día para estar con Dev y su familia.

Punto para Max la segunda opción. Lo decía ya que Rafael no los conoce como lo hago yo, y eso de alguna manera me hacía sentir bien.

Tiempo pasado, ahora solo tengo miedo de por qué la señora mamá de Dev tiene su teléfono.

—Max, ¿Dev está contigo? —pregunta con preocupación.

—No, señora —respondo con un tono más agudo—. ¿Pasó algo?

—Llegamos en la mañana, estaba encerrado en su habitación así que lo dejamos, pero hace poco queríamos hablar con él y terminamos discutiendo —suspira—. Ahora no sabemos dónde se ha metido, solo se fue dejando su celular aquí.

—Ah... No, no estaba conmigo; pero un amigo suyo está de camino ahí porque Dev le dijo que le llevara algo.

—Está bien, gracias. Si lo ves dile que vuelva a casa, tenemos que hablar de algo importante.

—No se preocupe señora Fontana, yo le aviso.

—Gracias, Max —es todo lo que dice y cuelga.

¿Estaba muy preocupado? Demasiado preocupado como para llegar a casa. Aunque, no podía hacer mucho si me decidía a buscar a Dev, literalmente él me bloqueó porque no quiere saber de mí, y se fue de su casa para no ver a su familia que por cierto parece importarle poco tener un hijo con problemas de todo tipo.

Justo como Timy, solo que él aún es un misterio.

Suspiré resignado, ya no me quedaba intervenir en ello. Tenía esa intención de querer buscarlo, mis pensamientos descartaban lugares y pensaban en cuales podría estar inconscientemente.

(//)

—Y... —Alexa me abre la puerta sonriendo.

—Y nada, últimamente estás metida en mis asuntos —respondo irritado—. ¿Qué? ¿Te agarró por querer recibirme todos los días?

—Uy, alguien vino de mal humor...

—¿Está mamá? —pregunto cerrando la puerta.

—Descasando.

—¿Papá?

—Viaje.

—¿Hay comida? —La miro queriendo pedir que por favor sea la niña buena de ayer y me sirva de comida, porque sí, estoy un poco molesto.

Estoy esperando mi hermana servicial del día de ayer.

—Te dije que te serviría solo por ayer, piérdete si crees que voy a volverte a servir algo.

—Bueno, lo intenté —respondo ya calmado.

Me dirijo a la cocina para servirme comida, porque la preocupación amerita de mucha energía.