Timothy
Max:
Entonces...
¿Pensaste en ello?
¿Cuándo lo harás?
Timothy:
No
Todavía no lo sé
Dos días. Pasaron dos días desde que declaré que él me gustaba, indirectamente.
No intenté por nada del mundo acercarme a él durante esos días. No es porque tenga miedo, realmente debo darle su espacio. Tenía muchas ganas de decirle que todo había sido una broma. Lo pensé mejor, descarté esa idea.
Hoy averiguaría cómo reaccionaría ante mí, en persona. A partir de ese día, nuestras conversaciones intentaban ser de lo más naturales. Max se esforzaba en hacerlo.
Caminé en dirección a su salón. Al llegar lo vi en su lugar habitual, solo. Dos asientos atrás se encontraba Dev, estaba con el celular y fruncía el ceño. Parecía que había pasado algo entre ellos, pero ¿Cómo no? Si todo el alboroto que acababa de pasar era por Dev, todo por él.
Esperé junto a la puerta de salida, mientras salían unos que otros, algunos analizaban mi presencia con bastante descaro. Sujeté mi gorra e intenté cubrir mi rostro todo lo que pude. Comenzaron a irse y eso me alivió.
Mientras esperaba salió una chica muy parecida a Max, de cabello oscuro atada en una coleta alta, una cabellera lacia y fina. Su rostro era de facciones delicadas. Sus ojos grandes, marrones oscuros, sus labios que se asemejaban a la forma de un corazón, la mandíbula marcada y la nariz me hacían recordar a él. Ella era Alexa, y se parecía a Max de cierta forma. Max tenía el cabello más crespo-alborotado, y usaba lentes. Alexa no.
Ella me observó de pies a cabeza. Tuve que evitar su mirada, me hacía sentir incómodo.
—Timothy, ¿verdad? —Se acercó a mí con los brazos cruzados.
—Buenas tardes —saludé.
—Max habló de ti.
—¿En serio? ¿Eso es malo...?
—Lo es, por como te defiende pareciera que eres alguien cercano a él.
—No sé en qué medida se sitúe nuestra relación...
—Para defenderte, yo creo que en una bastante alta.
Fue ella quién intentó intimidarme, y vaya que lo hizo. Su mirada fija y la seriedad que le ponía a cada palabra eran de temer.
Era un Max con carácter.
No, no era un Max. No había otro como Max.
Ella era Alexa, la gemela de Max y la quién le robó toda la seriedad que le debía tocar a su hermano.
—¿Eso es malo para usted?
Y comenzó a reír. La singularidad de ella era que fingía demasiado bien, manejaba con maestría sus expresiones. Ahora estaba riendo y no sabía el por qué.
—¿Usted? —repitió—. No me hables con formalidad.
—Okey.
—No eres de muchas palabras ¿Verdad?
—¿Eso cree?
Me sonrió.
—¿En qué problemas estás metido? —cuestionó con sutilidad. Me hice el desentendido—. ¿Cuál es tu relación con Dev?
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No me bloquees
Genç KurguMax está tratando de sobrellevar su vida cómo un adolescente normal, pero hay muchas cosas que se lo impiden. Su familia La escuela Que es gay y tenga miedo de decírselo a su madre Que está enamorado de su mejor amigo Que su mejor amigo ya tenga nov...