No me bloquees

Capítulo 23: Mi primer todo.

Mamá llegaría hoy.

Adicionando que alguien (claramente yo) la retó en plena cena familiar, creo que no sería muy grato para ella que su hijo "el rebelde" le pida permiso para salir, hoy, a una fiesta, su primera fiesta. Y es que ya había prometido a Vanesa y Tim que iría, incluso hablé con él de ello y de que nos encontraríamos en su casa para ir todos juntos.

Y luego estuvieron las palabras de Alexa:

—Si la jodes, jódela en grande. Igual ya está molesta contigo por decirle muchas cosas, qué más da si metes la pata un poquito más.

Tan linda ella.

Lo que nadie sabía era que tenía un haz bajo la manga: Mi padre.

Así que fue eso, le pedí permiso a mi progenitor cuya preocupación en este momento parece ser haber faltado a su trabajo porque Alexa no tenía quién le llevase a la casa de su amiga para salir de viaje a la playa, un pequeño viaje con sus amigos.

—Max, de todas las cosas que pensé que me pedirías, jamás imaginé que fuera el permiso para salir a una fiesta —dijo él.

Entré en pánico cuando agarró el teléfono y comenzó a llamar a alguien, la primera persona que imaginé que sería era mamá. Pero cuando dijo "Aló, ¿Con Julián?" me extrañé enseguida. Y recién entré en pánico cuando dijo, "Sí, tengo una tarea para ti. Mi hijo quiere salir de fiesta y quisiera saber si lo puedes acompañar".

Pánico y vergüenza.

Negué con la cabeza efusivamente, como pidiendo que por favor fuera una broma y que el tal Julián sea su compañero de trabajo con el que se llevaran bien y... Eso no pasaría, mi padre jamás bromearía con alguien.

—Bien, gracias —terminó la llamada, y colgó.

—Si no querías que fuera solo me lo hubieras dicho —mi rostro de decepción y el tono de voz que usé fueron mis armas para que él se sintiera culpable.

—Me dijo que no puede.

Ahora quería ocultar mi expresión, y evitar que me saliera alguna sonrisa.

—No podré acompañarte porque iré con Alexa.

—No te preocupes porque yo...

—Así que no irás —completó.

Me quedé frío, tieso.

—Es mi primera fiesta, por favor.

—Porque es tu primera fiesta lo digo.

—¿Así que si tuviera experiencia me dejarías ir solo?

—Sí.

—Bueno, déjame ganar experiencia hoy en la noche y de ahí seré un experto —defendí.

Me miró muy serio y yo mantenía mi mirada de determinación.

—Max, no es solo la fiesta.

—¿Recuerdas la fiesta en la piscina? Pues ahí tuve experiencia.

—Fuiste con Alexa, y no es lo mismo.

—Claro que sí, era una fiesta también.

—Era de día, ahí no había alcohol, ni drogas y tampoco tenías novio.

Tragué muy fuerte, como si hubiera dicho alguna palabra clave. Y es cuando me doy cuenta que soy demasiado obvio.

—No tengo novio —dije bajito.

—Max —me llamó, calmado—. Jamás has tenido interés en fiestas, ¿es él el que te está obligando a salir?

—¡No! Por supuesto que no.