Drew
Entré por la puerta trasera y para mi sorpresa no recibí ningún tipo de impacto de agua al pasar. Seguí hasta la sala de estar donde sabía que estaría él y así era para mi estúpida fortuna. Estaba de espaldas viendo a través de la ventana del recibidor así que traté de pasar de él en silencio hasta que se giró con un vaso de licor en la mano, del cual bebió todo su contenido en ese instante y lo miré asombrado. A veces creía que bebía demasiado después de llegar del trabajo, pero luego recordaba que una sola botella le duraba por al menos dos meses.
—¿Por qué no ha entrado? —preguntó, dejando a un lado su bebida.
Solté una bocanada de aire ya rendido de poder zafarme de esta conversación.
—No quiero presionarla más de lo que ya he hecho.
Asintió, fijando su mirada seria en mí mientras aflojaba su corbata y se la quitaba con lo que parecía enojo. Algo no está bien.
—Tu entrenador llamó hace unas horas —suspiró, sirviéndose otro trago después de dejar la corbata en uno de los muebles—: Salí del trabajo de inmediato cuando me dijo que habías salido pareciendo delirante y no respondías mis llamadas.
Joder, Travis.
—Lo siento, tenía que ir a–
—Estabas seguro, eso es lo que importa —interrumpió, haciendo una pausa a continuación—. La próxima sólo avísame, ¿sí?
Eso no lo veía venir.
—Vale —intenté concluir con el tema al girarme.
—Te buscaba alguien antes de que llegaras —informó, logrando que me detenga—: Heather Collins.
Joder, no ella también.
—¿Qué le has dicho? —cuestioné.
—Bueno, me dejó con las palabras en la boca al marcharse en cuanto vio que estabas ocupado con Psique Rogers.
Aprieto la mandíbula, intentando no alterarme porque ya no quiero que Heather se haga daño por esto. Ya se ha hecho suficiente daño. Es mi amiga, la conozco y sé que estará dolida si nos vio. En especial si es Psique...
—No le gusta ese nombre —me recordé en voz alta..
—Es de la mitología griega, ¿sabías?
—¿Cómo lo sabes?
—Antes leía todo tipo de libros —se frotó la sien—. Cuando quieres escapar de tu realidad corres a otros mundos —musitó, alzando la mirada hacia mí—: La mitología griega tiene muchas historias interesantes, entre ellas la de Psique y Eros.
Así que a veces todos queremos escapar por un segundo de nuestra realidad, ¿eh?
—No soy fanático de la mitología griega.
—Todo lo contrario de Arianne —alzó sus comisuras, dejándome inmóvil ante la mención—: Puede que te guste, les queda mucho la historia.
Mencionó a mi madre... Nunca hacíamos mención a ninguno de ellos por lo que no supe que decir al quedarme algo aturdido.
—Lo investigaré —murmuré, después de unos segundos.
—Lo sé —cerró sus ojos, sabía que él también estaba procesando la mención de mi madre porque ella había sido como una hermana para él—. ¿Cómo van las clases de verano?
—Tediosas —hundí mis cejas al recordar todos los temas dados.
—Entendible.
Si tan solo...
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Mi deseo caído
Romance¿Alguna vez has deseado tanto algo que llega a doler? Para mí, ella tenía todo lo que siempre deseé con tanta fuerza. Quizá por eso caí en su trampa... Nada podía ser tan fácil cuando te lo tiran del cielo. •[Libro 1.0 de la saga "Caídos"]