Mi deseo caído

Capítulo 11

Drew

La graduación se acercaba y me valía mierda.

Todo era una mierda.

¿Podía ser peor? Ni siquiera quisiera imaginar esa posibilidad. 

Me sentía un asco. Un desastre. Un fracaso. Una miseria. Tenía náusea cada vez lo que lo pensaba demasiado. Que era casi todo el tiempo...

¿Desde cuando una persona tiene el poder de hacerme sentir de este modo? ¿Por qué tenía que ser ella? No tenía sentido. Nada de esto lo tenía.

Lo intento. Intento enfocarme, pero es imposible pensar en ello con claridad.

Incluso la acción que hizo e hice sin pensar fueron imprudentes. No debíamos arruinarlo más.

Sacudo mi cabello con una mano como si eso dispersara mis pensamientos al llegar al estacionamiento del instituto. Noto a Heather bajar de su auto deportivo en frente mío y su mirada se encontró con la mía, la desvió dando un sobresalto. Cabe decir que no se atrevía a verme a los ojos por un tiempo prolongado desde que vio mi reacción a la mención de... ni siquiera sé cómo llamarla. Han pasado semanas desde ese día y aún no soy capaz de...

El ruido de esa motocicleta llegó a mis oídos y no pude evitar ver de reojo como hizo una maniobra nada segura antes de estacionar la moto causando que mi atención completa se concentrara en ella. Quitó su casco y el cabello blanco cayó sobre su cintura, enseguida lo recogió en un moño bajo que cubrió la mayoría con una gorra de lana al igual a un par de lentes oscuros cubrieron sus ojos de inmediato y sacudió algo de su camiseta negra de mangas largas, luego amarró una camisa de cuadros a su cadera.

Alzó la cabeza de golpe y estaba girándola en mi dirección hasta que por estarla observando tanto tiempo no noté que Heather estaba a mi lado con la cabeza baja e hice algo que nunca creí que haría si no lo hubiera estado haciendo todos estos días cuando la vi pararse de puntillas con una clara intención. Giré mi rostro evitando que sus labios llegaran a los míos. La confusión y desesperación era evidente en su rostro al separarse.

—¿Sigues molesto? —cuestionó—. Te dije que lo sentía.

—No es eso —hice una mueca—. No puedo seguir haciendo esto.

—Entiendo —sonrió—. Quizá podamos salir esta tarde...

Sabía que no lo entendía. Todas estas semanas ha pasado lo mismo. Iba a decirle algo más de su actitud, no obstante, tuve un impulso de volver a verla de reojo y hundí las cejas cuando la vi siendo prácticamente aplastada en el suelo por la castaña. Apenas sentí a Heather tomar mi mano y llevarme dentro.

La verdad... no sé qué sentir con exactitud.

Mi mente ha sido un torbellino desde que Heather hizo que abriera los ojos ante la realidad con tan solo decir un nombre del que no era consciente.

Una realidad que preferiría no aceptar.

Una mentira piadosa me fue jugada.

Esperaba cada día que se presentara en el instituto y odiaba cada minuto que pasaba sin verla. Todo era más fácil en mi mente a comparación de tenerla de frente. Quería reclamarle sobre cómo me había visto la cara por tantos años, sin embargo, al ver que llevaba la cadena que le había dado en aquella noche de brujas donde la pude ver con ese estúpido disfraz que la llegaba a cubrir por completo. No lo sé. La impresión de que aún la lleve puesta es... terrorífico. Todo cayó de golpe y no estaba preparado.

Saber que la nostalgia con la que hablaba de las estrellas era por su padre es horrible.

Desde antes siempre tuve un ojo en ella aunque fuera a la distancia, pero ahora sé que siempre estuvo más cerca de lo que imaginé. No quería esto. Sólo... Estoy cubriendo su traición con aflicción...