☣Infierno En La Mansión Hargreeves☣

☣Capítulo 6+16☣

Por fin sábado, estuve esperando bastante por este día, ¿por qué?, simple, porque no hay clases.

Mi padre si tienen que estar en la escual, solo tiene día libre los domingos.

Asique estoy sola en casa, veré algunas películas con palomitas.

Mientras tengo las palomitas en el microondas oigo como tocan el timbre de la casa repetidas veces.

_Ya voy!_ Grite mientras iba hacia la puerta pero el timbre no paraba de sonar.

Abrí la puerta y vi a Aidan parado, sin dejarme decir algo se lanzó sobre mi besando mis labios con rudeza y fuerza.

Intenté sapararme pero sus manos en mi cintura pegándole más a su cuerpo me lo impedían.

_Hey_ Dije en medio del beso.

Cómo si no me hubiera escuchado comenzó a retroceder hasta que ambos calleramos en el sofá.

Por fin dejó mis labios en paz, y comenzó a quitarse la chamarra.

_¿Qué te pasa?!_ Dije agitada_ ¿Qué haces dije al ver que quitaba su camiseta.

Hice una expresión de sorpresa al ver su abdomen, por todo este se encontraban marcas rojas, como si le ubiera conectado alguna clase de aparato.

Estoy segura de que estos no eran chupetes, esto era muy diferente a uno.

_Vamos a follar_ Comenzó a besar mi cuello.

_No, ¿que te paso en el torso?_ Dije mientras intentaba moverlo.

_Dejalo_ Le resto importancia y comenzó a sacar mi pans.

_¡No Aidan espera!_ Lo tomé por el rostro viéndolo directamente a los ojos.

Su mirada estaba apagada, está vez más que nunca, sólo reflejaban tristeza y cansancio.

Note como sus ojos comenzaron a cristalizarse.

_Hey_ Acaricie su mejilla_ ¿Qué sucede Amor?

No tardó mucho para que sus ojos soltara lágrimas, hundió su rostro entre mi cuello y hombro y lo escuche sollozar, por primera vez, estaba realmente sorprendida.

Deje de lado eso y lo abrace, con todas mis fuerzas demostrandole que tenía mi apollo, acaricie su cabello también con delicadeza.

Me recosté en el sofá con el encima, dejando que soltara todo lo que tenía, lo sentía temblar y tiritiar, sus manos se aferraban a mí cuerpo, y sus sollozos seguían, era casi inaudibles.

Unos minutos depues cuando estaba más calmado, sacó su cabeza de mi cuello, y simplemente la recostó de lado en mi pecho mietras yo seguía acariciando su cabello.

_¿Qué sucede?_ Pregunté en medio del silencio.

El levantó su cabello y me miró, sus pestañas estaban mojadas por las lagrimas y sos ojos rojos al igual que el resto de su cara un poco.

_¿Tú me amas?_ Preguntó.

Frunci el sepo por la pregunta tan repentina.

_Sí, claro que sí te amo

_Bien_ Volvió a recostar su cabeza en mi pecho.

_Pero dime que te paso tal vez yo pueda ayudarte y...

_No no puedes ayudarme_ Respondió seco.

_Tan solo dime porque esas marcas_ Insistí.

_Fue él_ Respondió.