Capítulo. 6

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El año estaba por terminar, y estos últimos días habían sido de lo mejor, tenía un novio super guapo, romántico y que además le gustaba verme con mis sudaderas de princesas.

Mi madre quería conocer a Ethan y asegurarse que su amor hacia mí era sincero así que lo había invitado a la cena navideña que haríamos con mi madre.

Estaba nerviosa, faltaban unas horas para que mi madre conociera a la persona de la que me había enamorado, fui a tomar una ducha y esta vez no me puse jeans ni sudaderas pues mi madre me había comprado un vestido un poco corto de color rojo, me lo puse y cuando me mire al espejo quede sorprendida, es que ¡dios mío! me veía tan atractiva que hasta yo me había enamorado de mi, me puse unos tacones en color negro arregle un poco mi cabello y me dirigí a la cocina donde se encontraba mi madre preparando unas cosas.

—¿Delia Williams eres tú ? —preguntó sin quitarme la vista de encima lo cual hizo que me sonrojara.

— La misma de antes, pero bañada —deje salir una risa, para después reír las dos.

Tocaron el timbre, y por supuesto que sabía de quien se trataba, mi madre me indicó que abriera estaba nerviosa quería que todo saliera perfecto.

—Bienvenido —dije con una sonrisa.

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Ethan Edwards

Me dirigía a la casa de Delia si, mi novia ahora si podía decir que Delia Williams y yo éramos novios, estaba nervioso quería provocar buena impresión, llevaba un pequeño regalo para su madre y para mí chica llevaba un ramo de tulipanes rosas .

—bienvenido —dijo con una sonrisa en el rostro.

Guarde silencio por unos largos segundos, pero es que no asimilaba lo que mis ojos veían, ¡por dios!, si si, esa chica hasta con sus sudaderas de princesa me parecía atractiva pero verla en ese vestido rojo el cual le lucia perfectamente bien, hizo que mi mente explotara.

Decidí hablar.

—te ves bellísima —le di un beso en la mejilla, note que se sonrojo un poco.

—gracias —murmuró ya sonrojada.

Entramos a su casa, salude a su madre y le di el pequeño regalo que traía para ella, nos sentamos en la mesa para disfrutar de la comida que la señora Williams había preparado.

—¿así que tu eres el novio de Delia? —miró a Delia con una sonrisa.

—así es —respondí.

—me da gusto ver a Delia tan feliz contigo, solo te pido que no la lastimes..... Por favor.

—tenga por seguro que no lo haré—tome la mano de Delia y sonreí.

Después de unas largas horas, le pedí permiso a la señora Williams para poder ir con Delia al parque y no se negó.

—te ves hermosa —murmuré en su oído.

—gracias—sonrió sonrojada.

Me gustaba pasar tiempo con ella, realmente me sentía bien a su lado.

—ya está oscureciendo —dijo con un poco de miedo.

—bien regresemos a casa.

Caminaba un poco lento, creo que se había cansado de caminar en tacones y no dejaría que se fuera incomoda.

—sube a mi espalda,... Te llevare.

—¿seguro?.

—si —di un beso sobre su frente.

SI ME HUBIERAS AMADO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora