Capítulo Cuarenta y Cinco: "Otra oportunidad de Vida"

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Aquel incendio fue muy difícil de contener.
Las llamas de fuego eran enormes y alcanzaban alturas increíbles.

Habían pasado varias horas, en las que ya todos daban por muerto al hijo del soviético.

Era prácticamente imposible estar con vida en medio de ese desastre.

Ya nadie tenía esperanzas.

México, pudo ser auxiliado por la ambulancia que se hallaba cerca.

Curaron sus heridas y cortes, le recetaron medicamentos para el dolor, y le recomendaron descanso absoluto, por lo que Austria junto a unos cuantos más, llevaron a México a su departamento.

El latinoamericano estaba en contra, puesto que quería saber sobre Rusia.
Quería abrazarlo y tenerlo en sus brazos sin importarle si se hallaba con vida o muerto.

A pesar de las súplicas por parte de este, sus amigos se lo llevaron al departamento, para que pudiera relajarse.

—. Vamos Mex... tranquilo, él es fuerte —. Decía Portugal.

—. Sé que lo es... pero su inmunidad no podrá con esa magnitud. Yo lo vi por última vez dentro, estaba muy mal. Le costaba respirar y tenía una horrible herida en la pierna.

—. A pesar de todo te apuesto a que el seguirá con vida. Rusia no puede morir, es una parte esencial para todos nosotros.

—. Eso no lo puedes decidir tú... —. Susurró comenzando a llorar y cubrirse con las sábanas.

Los tres que lo acompañaban ya no sabían que decir.
México tenía razón, la inmunidad que todos poseían al ser representantes, no podría hacer mucho por Rusia.

Lo más probable es que ya esté muerto, y está idea aterraba al mexicano quien no sabía en qué más pensar.

Una vida sin Rusia.

Aquel ser que por muchos años le entregó cariño y amor, a pesar de la diferencia de gustos entre ambos.

Es horrible imaginar que alguien con quien pasabas todo el tiempo del mundo, riendo, jugando, disfrutando momentos únicos, se iba a ir de tu lado para ya jamás regresar.

México por momentos se calmaba, pero nuevamente caía en ese abismo de pensamientos negativos y desalentadores.

Por ratos, pensaba en que si no hubiera conocido a Rusia, no estaría sufriendo tanto por su posible muerte, pero se sentía egoísta, ya que había pasado bellos momentos junto a él.

A veces también, creía que todo lo que había pasado, desde que terminó con él había sido una pesadilla.
Que en cualquier momento recibiría una llamada del ruso, pidiéndole para salir a comer algo, o a pasar tiempo juntos.

Por lo menos México aún tenía una pequeña esperanza por que su amado este vivo, ya que aún no informaban oficialmente su fallecimiento, en cambio otros, no corrieron con la misma suerte.

Perú, junto a su pareja se hallaban aún esperando que el incendio sea apagado.

Cuando los bomberos ya lo tenían controlado, ingresaron en busca del ruso.

URSS a pesar de la restricción que le habían dado, ingresó de todas formas y busco desesperadamente a su hijo.

Lo encontró antes que todos y se acercó a él preocupado.

—. Hijo —. Susurró el soviético con su "pequeño" en brazos —. Rusia, estarás bien, aguanta un poco más.

Dicho esto, le quitó el arete que traía puesto, ya que si no lo hacía él, los médicos lo harían, y aquella joya era tan importante para el ruso y su padre, que no deseaban extraviarlo.

Your Secret Is... //USA×Perú//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora