-Bueno verás, a veces me siento un poco f-frustrado o triste y aprendí que si t-te c-cortas ayuda a aliviar el d-dolor, ya sabes, solo lo hacía en mis m-muslos.- Dió suaves golpecitos en sus muslos y tenía la mirada fija en el suelo.-Pero m-me quedo sin espacio así que comencé a hacerlo en las m-muñecas.-
Subió la manga de su enorme sudadera y vio un tipo de muñequera, el peliverde la quitó con cuidado, había una venda y debajo de esta había finas cortas unas arriba de otras y en diferentes direcciones. El alfa se quedó inmóvil, nunca había conocido a alguien que se autolesionara.
-¿T-también lo haces en la otra mano?- Estaba tartamudeando, no sabía qué hacer o si era grosero preguntar algo.
-Oh no, solo es en esta.- Levantó su manga y pudo ver su delgada muñeca totalmente limpia.
-No deberías hacer algo como eso.- Ya se estaba recuperando de su shock.
-Bueno, en realidad no daño a nadie así que supongo que está bien Katsuki-kun.- Seguía con la mirada clavada en el suelo.
-¿Qué pasa si un día cortas muy profundo? Podrías morir.- El alfa lo tomó de los hombros pero el de ojos esmeralda no lo miraba.
-Estoy bien Katsuki-kun.- Levantó la cara con un suave sonrisa y ojos cerrados.
-¿No te duele?- Obviamente le dolía.
-Solo cuando alguien me toca la parte donde tengo las cortadas, arde un poco.- No era poco pero no quería alarmar al rubio.
-Bien, vamos.- Y así sin más el alfa lo tomó de la mano, no del brazo como siempre lo hacía y lo jaló.
Ya se estaba acostumbrado a ser arrastrado por todos lados. Llegaron a la estación de trenes y Katsuki por fin lo soltó.
-¿Cuál tren tomas Deku?-
-Por la línea 7.- El ojirrubí volvió a arrastrarlo hasta la línea.
Subieron al tren en cuanto este llegó y abrió sus puertas. El viaje fue silencioso, no era incómodo pero se sentía raro, ahora Katsuki sabía su secreto y ni siquiera sabía por qué le había dicho pero se sentía un poco mejor que alguien más supiera su secreto.
-Vamos a tu casa.- El ojirrubí se mantenía serio así que optó por guiarlo hasta su apartamento.
-B-bienvenido.- Entraron a casa, Katsuki se quitó los zapatos y entró.
-Baño.-
-Sube las escaleras y es la segunda puerta.
Katsuki subió y al entrar al baño revisó la regadera hasta que encontró un rastrillo azul con negro, era el único así que dedujo que era del omega, lo tomó y lo metió a su mochila, revisó los cajones del baño y encontró algunas navajas de repuesto, las tomó de igual manera.
-¡Katsuki-kun, puedes quedarte a comer si gustas!- Escuchó el grito de Deku.
-¡Si, en un momento bajo!- Gritó en respuesta.
Salió del baño y busco la habitación del pecoso, solo habían dos puertas más, una de sus padres y otra para Deku supuso. Entró a la puerta de la derecha y una ola de feromonas lo golpeó y que eran claramente de Izuku, le agradaba bastante el olor del omega, esa debía ser su habitación, tenía posters de un héroe de cómics, a el también le gustaba pero Deku era un fanático.
Revisó el buró que estaba a un lado de su cama, habían dos cajones, en el primero tenía cómics y en el segundo había más cómics pero hasta abajo había un bolsita con repuestos de navajas para rastrillo, las tomó y las guardó en su mochila.
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Solo una apuesta [katsudeku] [omegaverse]
FanficUna escuela donde asisten alfas, betas y omegas ,pero es notoria la diferencia de tratos tanto por los maestros como por los alumnos. Katsuki Bakugo, un alfa líder del equipo de fútbol americano, codiciado por alfas, betas y omegas. Izuku Midoriya...