Solo una apuesta [katsudeku] [omegaverse]

Epílogo

-¡Kazumi, niña del demonio, bájate de ahí!- Katsuki perseguía a una pequeña niña rubia de ojos verdes.

-¡No papá!- Ella corría por los juegos, sabía que era tarde y mamá se molestaría pero podía culpar a su papá.

Después de correr un buen rato pudo atrapar a la pequeña, tuvo que cargarla a casa para evitar que saliera corriendo como lo había hecho en repetidas ocasiones, uno siempre aprende de sus errores, bueno, casi siempre.

-¡Llegamos!- Bajó a la pequeña niña que corrió a la cocina en busca de su madre.

-Kacchan, llegan tarde, otra vez.- Izuku lo fulminó con la mirada mientras tomaba a Kazumi en sus brazos.

-La mocosa no paraba de correr por todo el parque, se subía a juegos donde yo no cabía, ella también merece un regaño, ¿dónde está Isamu?- Normalmente el peliverde lo tenía siempre con él.

-Está dormido, lo dejé en la cuna de su habitación alfa.- Katsuki subió a ver a su hijo más pequeño, cabello verde y ojos rojos, el contrario de su hermana.

El pequeño ya estaba despierto, casi no lloraba y esa era una bendición, lo cargó y volvió a la cocina con el pequeño en brazos, ya era hora de la comida, el pequeño Isamu tendría que comer también.  

-Kazu, ayúdame a poner la mesa cariño.- La pequeña nunca podía rechazar las peticiones de su mamá.

Tomó vasos y cubiertos para ponerlos en la mesa de cristal que estaba en el comedor, Izuku llevó los platos para los tres, Isamu aún era pequeño así que tomaba leche del pecho del pecoso, este había preparado Katsudon, comida favorita de Izuku y Kazumi, Katsuki no le encantaba pero no se quejaba.

-¿Cómo les fue en el parque?- Todos los sábados por la tarde salían al parque pero Izuku no tenía mucho que tuvo a su segundo hijo así que estaba en reposo.

-Bien mamá, jugué mucho con papá.- En realidad fue en contra de su voluntad pero haría lo que fuera por la sonrisa de su hija.

-Pero sabes que cuando papá dice que es hora de irse tienes que entender que es hora de regresar a casa cielo.- Era su forma de regañarla.

-Lo siento.- Bajó la cabeza, normalmente quien regañaba más era papá.

-Está bien, no te pongas triste, solo haz caso a papá, ¿lo prometes?- Siempre fue él el que consentía a los niños.

-¡Si!- Siguieron con su comida entre pláticas sobre el parque y anécdotas graciosas del pasado.

Una vez terminada su comida Katsuki se encargó de lavar los trastes, Izuku y sus dos pequeños fueron a la sala para ver alguna película o serie, era sábado, ese día y el domingo eran para estar con su familia ninguno trabajaba esos días. Rápidamente cayó la noche, Kazumi e Izamu se quedaron dormidos en medio de la segunda película, los llevaron a sus cuartos para ellos poder descansar por igual.

Una vez avistados en su cama Katsuki se sintió afortunado de haber regresado de su viaje para encontrarse con Izuku.

-Deku.

-Dime Kacchan.

-Gracias por formar una familia conmigo.- Ambos se unieron en un cálido abrazo, recuperando los años que no estuvieron juntos.

-Gracias a ti por estar conmigo siempre Kacchan.- Sin duda alguna vez la cagó pero ambos supieron sobrellevarlo.