21. Rastros

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- Escuche, señor Netero: Esto es un asunto personal- Le recalcaste, tratando de no exasperarte.

- Ni siquiera nosotros sabemos bien qué está pasando. Podría ser algo que no podamos manejar- Te respondió, acariciándose la barba con su indolencia característica.

Esperar un tiempo prudente en la frontera de Neo Green Life fue tu primera decisión al observar lo inhóspito del país, y recordar que había una nueva especie, probablemente peligrosa para los humanos, pululando en sus entrañas verdes. Lamentablemente, eso te llevó a cruzarte con tres cazadores que investigaban lo mismo que tú: Uno de ellos era el mismísimo presidente de la organización, y uno de sus acompañantes, Morel, conocía de cerca a tu tío, y habían cooperado en más de alguna misión.

- Oye- Te llamó el hombre de la pipa.

Al escucharlo, te viste obligada a alzar la vista, y te cayó una sensación horrorosamente similar a la de estar siendo cuestionada por tu tío.

- Esto no es un asunto de cazadores de listas negras, sino de cazadores de bestias- Declaró con seriedad - ¿Tienes experiencia persiguiendo bestias?

Ya habías tomado un respiro para contestar, cuando caíste en la cuenta de la realidad: No habías tenido que cazar a una bestia desde tu prueba del cazador, y sabías que era completamente distinto que perseguir a un ser humano.

- No- Admitiste, clavando la vista en la tierra.

- Entonces no podemos traerte con nosotros. No ponemos en duda tus habilidades, pero podrías estorbar en nuestra misión

- Entonces, tendré que ir por mi cuenta- Declaraste con firmeza.

- Asumo que estás aquí con el conocimiento del Tío- Dijo Morel, casualmente.

Aquello te tomó con la guardia baja, y entendiste que no tenía caso seguir insistiendo: No podías permitir que la situación se hiciera aún más delicada involucrando a tu familia.

A pesar de su negativa, Morel pareció compadecerse de ti, y posó su mano sobre uno de tus hombros.

- ¿Cómo dijiste que se llamaba? - Preguntó- Nosotros nos encargaremos.

- Kyte...- Respondiste sin ánimos.

- El discípulo de Ging. El mismo con el que vinieron los chicos- Le recordó Knov.

- Es cierto. Los dos niños que venían con Kyte están en un pueblo, no muy lejos de aquí- Observó Netero.

- ¿De verdad? - Le preguntaste con esperanza.

- Sí. Dentro de este mes lucharán con mis dos discípulos para decidir quién podrá acompañarnos- Intervino Morel.

- Ahí lo tienen- Dijo el presidente, como si se le acabara de ocurrir la mayor genialidad del universo- Tú vendrás con los que ganen, y durante este mes serás la guardaespaldas de los chicos ¿Eso les parece bien?- Les preguntó a sus dos acompañantes.

Tanto Morel como Knov asintieron con desgano, como si no estuvieran convencidos del todo con su idea.

- ¿No debería probarme de alguna forma primero? ¿Luchar con ellos también, quizá?- Le preguntaste al anciano.

- No será necesario- Respondió, con una sonrisa radiante.

- Está bien...gracias, señor Netero

No podías evitar sentir que te tomaban el pelo, especialmente el presidente. Tu tío ya te había advertido sobre su carácter caprichoso y poco serio, pero ahora no tenías más opción que obedecerle y mantener un perfil bajo.

Sin pensarlo más, te despediste de los tres cazadores, y emprendiste tu camino hacia el pueblo que te indicó Morel. Para tu sorpresa, no habías recorrido ni un par de kilómetros cuando tu teléfono vibró en ese tono familiar.

Hace un par de días, un mensaje de Illumi no te habría exasperado, pero ahora te encontrabas a miles de kilómetros de distancia de donde se suponía que debías estar, y buscando a la única persona que el Zoldyck no quería que buscaras.

"Si me entero de que has vuelto a buscar al cazador de la gorra, lo asesinaré"

No pudiste evitar un escalofrío al recordar sus palabras. No le deseabas mal a Kyte, de hecho, todo lo que querías era comprobar que estaba a salvo, así fuera sólo para regresar a tus asuntos sin sentirte culpable, pero no te habías detenido a pensar en las consecuencias que podría tener tu relación con Illumi, y ahora te sentías profundamente imprudente.

A pesar de todo, ignorar los mensajes no arreglaría nada, así que te diste el valor de sacar tu teléfono para revisarlos.

"Estoy aquí"

Esas palabras venían acompañadas de una fotografía del interior de tu casa, donde se veía claramente tu sillón favorito frente a la chimenea de piedra.

No esperabas menos de Illumi, pero, aun así, no dejaba de impresionarte su habilidad para seguir tu rastro. Aún estabas analizando si deberías responderle, cuando otro mensaje te puso los pelos de punta.

"Dime dónde estás ahora mismo"

¿Qué le dirías? ¿Qué estabas buscando a Kyte en otro país? ¿Y ni siquiera por una misión, sino por tu propia voluntad? Habría sido una catástrofe decirle la verdad. Hasta hace poco aún tenías la opción de retirarte de tu búsqueda y volver a casa como si nada hubiera pasado, pero ahora estabas comprometida: Morel todavía no le había dicho a tu tío que estabas aquí, pero podías dar por hecho que lo haría si desaparecías sin aviso y, entonces, tendrías que lidiar con el infierno que se desataría sobre ti por hacer quedar a tu clan como poco profesional.

Finamente, decidiste que la mejor opción sería cumplir con lo que habías prometido a los cazadores, y rezar para que lo imprevisto de tu viaje le impidiera al Zoldyck encontrarte demasiado pronto.

"Estoy en una misión especial", contestaste, y luego silenciaste los mensajes.

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No me gustaría participar en el arco de la hormigas quimera. Por mi me saltaría esta parte, pero durante él se dicen y ponen de manifiesto cosas muy interesantes sobre Illu (y su relación con Killua), y me parece que puede aprovecharse muy bien para profundizar la relación con la lectora.

Feliz año nuevo atrasado a todas , ojala sea un año lleno de cosas maravillosas y locas 🤪🤪💓💓

Obsesión❌Dolor❌Placer [Illumi x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora