Notas preliminares:
A ver cuantas damas de gustos finos conocen la canción del título.
━━━━━━✧♛✧━━━━━━En las entrañas del coliseo del cielo, muy bien resguardado, se encontraba ese lugar del que siempre salías con una fortuna en tus bolsillos: La arena de luchas femeninas.
Era cierto que no tenía un público tan vasto como la cara oficial del coliseo, ni tampoco estaba tan bien publicitada, pero los que iban a ver las peleas estaban dispuestos a pagar una brutalidad por una entrada. Además, ya tenías un grupo muy extenso y fiel de fanáticos, entre hombres de negocios, adolescentes e incluso otros cazadores. A este paso, no te tomaría más de unos pocos días reunir todo el dinero que pudiera hacerte falta para ir a York Shin.
- ¡Ahí la tienen señores! ¡Un aplauso para la Chica Cuervo! - Vociferó la voluptuosa presentadora, estirando su brazo para señalarte.
Inclinaste la espalda para hacer tu ya característica reverencia al público y, mientras volvías a alzar la vista, escrutaste velozmente la hilera de palcos VIP.
Era sólo tu segundo día, pero la ansiedad te consumía por dentro cada vez que entrabas en la arena. No tanto por las peleas, sino por la posibilidad de que tus sospechas sobre los mensajes de texto que habías estado intercambiando con ese número desconocido fueran ciertas.
"La semana que viene estaré en el coliseo del cielo, en las luchas femeninas"- Le avisaste.
"¿Por qué?"- Te contestó casi de inmediato.
"Necesito dinero"
"Yo puedo darte el que necesites. No tienes que hacerlo"
Ese mensaje te había dejado totalmente desencajada. No era la primera vez que alguien te ofrecía dinero por tu tiempo o tu compañía, pero siempre se trataba de hombres que ya te conocían desde hacía un tiempo prudente. Además, ellos siempre habían sido muy específicos en lo que esperaban a cambio de su inversión. Nunca nadie te lo habría entregado con esa generosidad tan abrumadora.
"Gracias, pero no puedo aceptarlo"- Le respondiste.
Luego de eso, no había vuelto a enviarte ningún mensaje.
"Ven a verme si lo deseas"- Lo invitaste, justo antes de emprender tu camino hacia el coliseo.
Cada vez que te tocaba salir y brillar bajo los reflectores, mantenías la esperanza (o el miedo) de divisar ese sedoso cabello azabache y esos ojos felinos observándote desde alguno de los asientos. Aún no ocurría lo que esperabas, pero todavía te quedaban varios días por luchar en la arena.
Los siguientes cuatro días pasaron muy rápido, y ya estabas a punto de reunir la suma que necesitabas para dejar el coliseo. A estas alturas, casi habías perdido la esperanza de verlo aparecer entre el público.
"Mejor así" pensaste. La verdad era que nunca debiste contestar a ese número. Era posible que ni siquiera se tratara de él y, además, pensar en el castigo que te caería encima si tu tío se enteraba de que intentaste relacionarte con un Zoldyck te ponía los pelos de punta.
La pelea de ese día era una de las más esperadas por el público, y la arena estaba tan repleta que los empleados del coliseo se habían visto obligados a agregar decenas de butacas adicionales.
La otra chica era mucho más hábil que las demás con que habías luchado, y apenas unos minutos dentro de la pelea ya habías comenzado a exaltarte. En un momento, te un propinó un golpe tan rápido que te viste a obligada a esquivarlo volando por los aires en una espectacular voltereta, alejándote varios metros de tu rival.
Entonces lo viste.
Ese hermoso cabello y esos ojos abismales resaltaban como una estrella en el cielo, aún entre cientos de personas apretujadas en la oscuridad de las graderías. Ahí, entre el público, había un Zoldyck observándote y admirándote como el más fiel de los fanáticos.
Su mirada te inflamó de tanta pasión que en cosa de minutos la pelea ya había terminado, con tu rival yaciendo inconsciente afuera de la arena.
- ¡La pelea del siglo, señores! - Gritó la presentadora, tomando tu muñeca para levantar tu puño hacia el cielo- ¡Es un honor estar en presencia de este prodigio de guerrera!
Después de saludar y agradecer al público, te despediste de la presentadora a toda prisa y fuiste a mezclarte entre el público para buscar al joven asesino. Lo encontraste esperando en el mismo lugar en que lo habías visto durante la pelea.
Su largo cabello caía sedosamente sobre sus hombros, justo como aquel día que lo viste por primera vez en la prueba del cazador, pero esta vez iba vestido de forma completamente distinta: Llevaba una ajustada camisa blanca con un dragón estampado, y unos pantalones de tela negra que marcaban sus recias formas justo en los lugares precisos.
Te costó no sonrojaste al tenerlo frente a frente: Esa apariencia sobria lo hacía ver casi como un ser celestial.
Era tal tu ensimismamiento, que no notaste que ya llevaban varios segundos observándose mutuamente sin decir nada. Fue Illumi el debió atreverse a romper el hielo.
- Señora cazadora- Dijo, haciendo una leve reverencia con su cabeza.
- Una sorpresa verte aquí, Zol...Illumi- ¿Vamos a tomar un poco de aire? - Le ofreciste, haciendo un ademán para que te siguiera.
El asintió con serenidad y comenzó a caminar junto a ti hacia la salida de la arena. Podría haber sido impresión tuya, pero creíste haber notado una leve sonrisa en su rostro antes de abandonar la oscuridad de las graderías.
━━━━━━✧♛✧━━━━━━
El siguiente capítulo tardará un poco más, pero es porque al fin tendremos algo de acción con nuestro muñeco y me gusta ser detallista en esas partes.Estoy inspirada con este fic xD
ESTÁS LEYENDO
Obsesión❌Dolor❌Placer [Illumi x Lectora]
RomantikIllumi Zoldyck dará rienda suelta a su obsesión por su primera mujer: la heredera de esa famosa familia de cazadores de listas negras. Pensado para quienes fantasean con ser psicopateadas por Illumi y tener una relación insana y tormentosa. Aclaraci...