XV

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»Jael y Sísara- Artemisa Gentileschi «

Acabamos con un cuadro pintado por Artemisia Gentileschi que, aunque no es una de sus mejores obras, encaja en la temática de muchos lienzos que pintó la artista italiana tras haber sido violada por su profesor de pintura, Agostino Tassi. Artemisia utilizaría los pinceles para exorcizar a sus demonios particulares, pintando a santas mártires, como Catalina de Alejandría, a mujeres víctimas de la lujuria de los hombres, como Lucrecia, o a heroínas que no se lo pensaban dos veces antes de dar el golpe de gracia para deshacerse de sus opresores, como la violenta Judit decapitando a Holofernes. Su Jael sigue esta misma línea

Narra Tom Hiddleston

En el instante que Anne abandonó la sala, el vacío volvió a mi ser. Mis ojos exploraban el lugar donde Anne había posado, pasé mi lengua por mis labios recordando ese simple roce que tuvimos.

¿Cómo pude haber sido tan imbécil? Besar a una de tus estudiantes estaba jodidamente mal. Entendía que Anne no era mi estudiante como tal, sin embargo yo le podía incluso doblar la edad, todo aquello era incorrecto.

Había conversado hace un tiempo con Hemsworth sobre esto, recordé una vez más sus palabras y cerré mis ojos frustrado.

Lo único que vas a lograr así es volver a sentir algo por alguien. Deja de pensar en ella, y mantente enfocado en lo que haces ahora.

Pero, ¿Cómo hacerlo ahora? Anne estaba revoloteando mi mente sin parar, en ese instante que su mirada chocó con la mía, sentí que algo había cambiado.

Y fue así como lo supe, estaba empezando a sentir cosas por Anne Cox.

Debía hablar con Hemsworth, no podía una vez más dejar pasar la oportunidad de conversar y explicarle lo que estaba sucediendo conmigo.

La voz de Evans revoloteaba de igual forma, a pesar de ya no ser amigos, a él también le gustaba Anne.

Apreté mi mandíbula al recordar la forma en la cual la miraba, la forma en la que hablaba con ella. Y por sobre todo, cómo ella sonreía con él.

Volví a salir de mis pensamientos y rápidamente le envié un mensaje pidiéndole a Hemsworth que nos juntáramos en algún lugar para poder conversar. Su respuesta fue la que me dio el pase para levantarme y tomar mis cosas, observé el cuadro que poseía el boceto de Anne y largo suspiro se escapó de mis labios.

—Esto está mal, Anne...— Lo último lo mencioné muy bajo para así finalmente abandonar la sala y dirigirme a la casa de mi único amigo.

Chris Hemsworth había sido mi compañero desde la universidad, a pesar de que este no era pintor. Chris me había acompañado desde todo momento. Hemsworth fue el primero en brindarle una paliza a Sebastian en el momento que se enteró de lo ocurrido con mi ex esposa.

Al llegar finalmente, toqué el timbre y esperé a que Chris me abriera.

—Tom, ven pasa...— Contestó mi amigo en el instante que abrió la puerta, me percaté de su mirada, lo cual, significaba que tenía una idea de lo que podría estar ocurriendo.

—Hola, Chris...— Me senté en uno de los sillones que se encontraban cerca de la puerta, por si en algún momento necesitaba salir huyendo.

—Supongo que fue Anne otra vez...cuéntame, ¿Qué es lo que ocurrió?—

Maldito vidente, de seguro lo sabe todo. Pensé.

—La besé...— Mordí mi labio ínfimo mientras pasaba una de mis manos por mi cabello.

Rembrandt © » Tom Hiddleston [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora