MEAN WHILE

Año sabático

Mi graduación no es la gran cosa, tal vez el festejar los logros y estar orgulloso de ello no es totalmente mi fuerte, en especial cuando llevo semanas sin hablar con mi padre. Soy consciente de que mi enojo es injusto, no debería estar dirigido hacia él, pero es inevitable, quiero decir, pudo hablar sobre mi madre hace tiempo, no entiendo porqué esperar tanto.

Alfonsina y Dante se unen a la ceremonia, a lo lejos veo a mi madre elegante y hermosa, lo que me hace mucho bien, mi padre y Enzo también están aquí, ambos llevan su traje y me parece que tal vez no tenga una familia convencional, pero en verdad tengo una. Permanezco en mi lugar esperando a que mi nombre sea mencionado, veo a todos mis compañeros y pocos amigos, en verdad tome en serio eso de graduarme con honores, aleje a la mayoría de mis amigos sin notarlo, ahora estoy solo, en cierto sentido.

Cuando mi nombre es mencionado y adornado, me siento bien, me siento como alguien determinado y poderoso, escucho los aplausos y espero que todo sea muy rápido, como un pequeño destello, cuando veo de nuevo a mi familia, veo a Gianna entre ellos, sonriendo y me vuelvo a sentir bien, el día es normal, es lo único que quiero, normalidad y eso incluye a la familia Vitalo.

La ceremonia termina y lo primero que hago es buscar a mi familia, es un buen día, después de todo, es necesario pensar positivo de vez en cuando. Gianna es la primera en abrazarme y besar mis mejillas, le devuelvo el abrazo y pienso en todo lo que no hemos dicho desde que volvió, es necesario volver a ser los de antes, Alfonsina me abraza después y me sonríe.

-Estamos orgullosos, Luka -dice ella sonriendo y me deja ir. -Tenía planeado prepararte un banquete, pero Alberto insistió en que no era necesario.

-No lo era, Alfonsina -dice mi padre abrazándome y me besa una mejilla. -Lo has hecho muy bien, Luka.

-Gracias papá -le digo con una pequeña sonrisa.

Mi hermano mayor me abraza y da palmadas en la espalda, Dante por su parte también me felicita y nos encaminamos al auto después de una innecesaria sesión de fotos, es vergonzoso.

Gianna y yo nos encargamos de salir en la mayoría de las fotos, ella me da besos en la mejilla de vez en cuando y la abrazo por la cintura, realmente es muy bueno tenerla en uno de los días más importantes para mi, ella es igual de importante. Mamá Alfonsina se toma varias fotografías conmigo al igual que Dante, prometo imprimirlas después y nos separamos, al parecer será un día totalmente Bradamanti.

Una vez dentro del auto, solo somos los hombres Bradamanti, lo que me da una idea tonta de que solo nosotros tres somos una familia perfecta, pero cuando veo otros autos, todos lleva a una mujer, a la mujer que ama incondicionalmente y es maravillosa, dejo que ese amargo pensamiento se vaya y solo veo por la ventanilla preguntándome que haré ahora, cuando iniciare a trabajar.

Tengo muchos planes, tengo lugares que visitar y tengo cosas que decir, pero también tengo una responsabilidad con mi padre.

-Espero tengas ropa debajo de la toga -me dice mi hermano burlón y baja del auto, estamos en la estación de tren.

-¿A dónde iremos? -pregunto quitándome la toga y quedando en pantalones de mezclilla y una playera azul.

-Es sorpresa -dice mi padre con una sonrisa y nos guía al interior de la estación.

Entramos y caminamos con mi padre guiando hasta que subimos al tren correspondiente, camino por el pasillo hasta llegar a los asientos, me siento cerca de la ventanilla y mi hermano se sienta a mi lado, es un viaje largo supongo.

-¿Has hablado con Gianna? -me pregunta mi padre uniendose a nosotros.

-Si, la visite hace unas semanas y hemos estado saliendo, no es mucho, pero es algo.