Primero Gianna, segundo Santino, tercero Lukis

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Mis planes de viaje son una maravilla, salir de casa exactamente a las 2:25 pm, recoger a Gianna a su casa, despedirme de mamá Alfonsina y ver a Santino en el aeropuerto, tomar el vuelo a las 3:34 pm, llegar a Roma, hospedarnos en el hotel, todo está calculado para que sea perfecto, pero eso se va a la mierda cuando Gianna se atrasa por culpa de Santino, que al parecer no empaco a tiempo y ahora tenemos que ir por él a su casa.

-Sé que odias llegar tarde -dice Gianna cuando vamos en el auto en camino a casa de Santino. -Pero no debes de mortificarte por ello.

-No me mortifica, me molesta -digo conduciendo sin ver a Gianna. -No entiendo porqué debemos traerlo.

-Porque yo lo quiero conmigo, Lukis.

Gianna guarda silencio y ve por la ventanilla, su cabello va en una trenza y me parece que le ha comenzado a molestar, también creo que esta molesta conmigo, al menos yo lo estoy con ella.

-No quiero arruinar esto, Lukis -dice Gianna después de unos minutos. -Sé que es lo que siento, en verdad lo hago, quiero a Santino conmigo y no quiero que tu ahora carácter de mierda lo arruine, sé que puedes llegar a ser muy mala persona y me asusta que lo seas con Santino.

Me sorprende las palabras de Gianna, pero no se equivoca, soy consiente de lo que pasa y de cómo puede llegar a ser mi humor, en especial ahora que reconozco que tengo ciertas cosas de mis carácter que debo de cambiar.

-No prometo mucho -digo parando el auto afuera de la casa de Santino. - Pero haré lo que sea para que estés feliz y bien con Santino.

Gianna solo asiente y baja del auto, de la puerta principal sale Santino con dos maletas y una sonrisa, al verlo me doy cuenta que tiene todo el potencial para hacer feliz a mi Gianna, algo que soy muy malo en hacer. Mi hermana lo abraza y lo besa al instante que están a centímetros, siento esa punzada en mi corazón, pero antes de hacer algo que hará que Gianna me odie, bajo del auto y espero a que se separen.

-Luka, perdón por la tardanza -dice él y en verdad parece apenado. -Tuve que hacer muchas cosas en estos días que olvidé empacar.

-No te apures -digo tratando de sonar normal. -Estas cosas pasan, déjame ayudarte con tu equipaje.

Santino asiente y Gianna solo nos observa subir las maletas a la cajuela, al hacerlo solo deseo no haberlo hecho, ahora no me lo quitaré de encima. Todos volvemos a subir al auto, solo que ahora Gianna va en la parte de atrás junto a su novio, veo por el retrovisor que la abrazasa de los hombros y le besa la mano y el cabello a ratos, pero me concentro mejor en el camino que en otra cosa.

Al llegar al aeropuerto el vuelo aun va a en tiempo, por lo que me despreocupo un poco. Después de pasar por seguridad y dejar el equipaje, dejo a la pareja sola y voy en compra de un café, también compro un emparedado sencillo y me siento a esperar la llamada del vuelo, veo a los viajeros venir e ir, solo espero que este lugar frío y blanco no cambie para cuando yo regrese. Mi mamá Alfonsina siempre ha dicho que soy un poco obsesivo con las cosas, admito que lo soy, me gusta el orden y me gusta tener un plan, no creo que sea malo, pero esta vez me pasé de la raya un poco, tengo un plan de viaje muy elaborado, bastante diría yo.

Roma solo es una parada técnica, después iremos a París, dos semanas y después iremos a Irlanda, tres semanas, Ámsterdam, dos semanas, Japón, cuatro semanas; después Gianna escogerá, ambos, contamos con mucho tiempo para realizar este viaje, también Santino tendrá opinión sobre esto, lamentablemente.

Termino mi bocadillo y mi café, me paseo por el aeropuerto hasta llegar a una tienda de recuerdos, veo muchas cosas que son bonitas, pero no compro nada, solo trato de ocupar mi mente en algo más. Me vuelvo a reunir con Gianna y Santino, que parecen reír de algo, pero trato de no prestarle mucha atención, me siento frente a ellos y saco uno de mis libros favoritos, La Ileada de Homero.

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