Un trago, un baile, un beso y a dormir

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La primera semana en Roma es muy relajante, la mayoría de los días desayuno solo y doy paseos en bicicleta. No es lo mismo que usar mi motocicleta, pero de igual manera me encanta. Estos días tengo contacto con Niccolo, pero aun no he podido verlo, al parecer realmente tiene mucho trabajo, por lo que no insisto mucho.

Gianna y Santino me acompañan a ver los encantos de Roma, pero la mayoría del tiempo estoy solo, ellos pasan su tiempo juntos. En estos días he podido observar que Santino si puede ser un buen hombre, pero aun así me molesta tener la incertidumbre de saber que puede hacerle daño a mi catarina.

-Buen día, Señor Bradamanti -dice la recepcionista de nombre Elena.

Ella parece ir de salida cuando yo voy entrando, ella solo sonríe y continua su camino antes de que le responda el saludo. Dejo la bicicleta con uno de los botones y camino al patio del hotel, donde me encuentro con mis acompañantes. Gianna lleva su cabello recogido y usa un vestido blanco, siempre me ha gustado verla vestida de blanco, Santino por su parte me saluda cuando me acerco a ellos y me siento.

-Que día tan satisfactorio -dice Santino sonriendo. -Deberias acompañarnos mañana, Lukas.

-¿Qué harán mañana?

-Visitaremos el Coliseo -dice Gianna con una sonrisa. -Después daremos un paseo.

-Eso suena bien, en verdad -digo con un poco de pena. -Pero mañana veré a mi abogado y tengo que firmar las escrituras de mi apartamento.

-Eso suena como un imprevisto -dice Santino molesto. -¿Cuando lo planteaste?

-Antes de tomar el vuelo -digo firme y viendo fijo a Santino. -Es la razón por la que estoy aquí.

-Aun así, creo que deberíamos pasar más tiempo juntos -dice Santino. -El viaje es de tres, no solo somos Gianna y yo.

-,Creo que ustedes necesitan su tiempo solos, al final de cuentas, son novios -digo con dolor en el pecho, pero aun así trato de permanecer controlado. -No quiero interrumpir.

-No lo haces -dice Santino negando con la cabeza. -No preteniamos incomodar de ese modo, pero es cierto que si nos gustaría que nos acompañes de vez en cuando.

-Mañana no puedo, en verdad lo lamento.

-Entonces acompañanos a cenar -dice Gianna y parece un poco apenada. -Tenemos reservaciones para un restaurante muy fino.

Pienso en decir que no, que tengo una cita o algo, pero me doy cuenta que excluirme a mi mismo se siente peor a no ser invitado, por lo que me doy por vencido y acepto la invitación de mi Gianna. Ellos parecen felices y salen del hotel, en realidad no tengo la mínima idea de a donde pueden ir, pero dejo de preocuparme por ello.

Subo a mi habitación y me quito la chaqueta, me dejo caer en uno de los sofás de la habitación y juego con mi celular en la mano, medito mucho si es necesario hablar con la familia, es un poco tonto creer que unos días lejos cambiaran muchas cosas, pero aun así, llamo.

-Lukis -dice mi padre al otro lado, parece feliz de escúchame y yo a él. -¿Cómo está llendo todo, como están Gianna y Santino?

-No sabia que conocías a Santino.

-Oh si, Gianna nos presento, es un buen hombre -dice mi padre y noto felicidad en su voz. -¿A ti no te lo ha parecido?

-¿Si es un buen hombre? -digo un poco inquieto de lo que puedo pensar y decir realmente.

-Si es buen hombre, buena compañía, buen novio -dice mi padre y puedo sentir su sonrisa burlona. -Me refiero a tu punto de vista general.

-Papá, Santino es mayor que Gianna, sabemos que ha pasado con su historial de inestables -digo frustrado. -Pero no puedo negar que ese hombre no parece tener un defecto.

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