Mi nueva familia [Chisadeku]

Capítulo 1

Midoriya caminaba de regreso a su casa con una cara que reflejaba nada más que tristeza y resignación. El viento hacía que su melena verde se moviera de un lado a otro y varios suspiros salían de vez en cuando.

Unas horas antes había escuchado a su ídolo decir que no podía convertirse en Héroe por no tener Quirk, fue algo que le dolió más que cualquier otra cosa en el mundo. Por otro lado, se sentía estúpido por tratar de ayudar a Bakugo, lo único que hizo fue estorbar y recibir regaños por parte de los héroes. Si All might no hubiera llegado a tiempo, seguramente estaría muerto y posiblemente Bakugo también. Se sentía patético y un completo inútil.

Después de una larga reflexión consigo mismo, llegó a su casa con los ánimos por los suelos. La culpa y la decepción lo estaban carcomiendo por dentro. Trató de ocultar sus emociones antes de entrar a su hogar, no quería preocupar a su madre.

—ya llegué —abrió la puerta.

—¡Izuku...! —apareció su madre preocupada—. Vi las noticias ¿Estás bien, hijo?

—sí, estoy bien —se quitó los zapatos—. no tienes por qué preocuparte.

—¡Estás seguro? —se acercó a él—. Te ves mal, Izuku. Apuesto a que estabas muy asustado.

—no, estoy bien —le sonrió—. Es solo que... Estoy un poco cansado por todo lo que sucedió.

—cuando vi las noticias, sentí que mi corazón se iba a salir —puso sus manos en las mejillas de su hijo—. Izuku, prométeme que no volverás a hacer nada peligroso de nuevo.

—no, mamá. No haré nada peligroso de ahora en adelante.

—si te pasa algo, no creo que mi corazón pueda soportarlo.

—tranquila —agarró las manos regordetas de su madre—. No lo volveré a hacer. A partir de hoy, no volveré a ponerme en riesgo.

—eso... Me alegra, hijo —lo miró extrañada.

Inko sentía que había algo más en las palabras de su hijo. Aunque estuviera sonriendo, su instinto de madre le decía que algo no andaba bien con él.

—Izuku, ¿te sucede algo?

—no, no me pasa nada —caminó a la cocina—. Por cierto, huele delicioso ¿Es Katsudon?

—si, lo hice un poco a la ligera —caminó detrás de su hijo—. Pensé que tal ves tu comida favorita podría hacerte sentir mejor.

—gracias, mamá —volvió y le dio un beso en la frente—. Perdón por preocuparte. Enserio lo siento.

—izuku... —abrazó a su hijo—. Tienes que cuidarte mucho. No sé que haría si algo te llegara a pasar.

—si, lo haré —se separó de ella—. Por ahora comamos el katsudon, apuesto a que está delicioso.

—hice mi mejor esfuerzo.

Izuku y su madre tuvieron una cena muy alegre. Hablaron de situaciones graciosas que le habían pasado a su madre cuando era joven y cómo había conocido a su padre, muchas cosas que eran raras de escuchar en un día normal. Él amaba pasar el tiempo con su madre, era lo único bueno que tenía en su vida y lo único que le quedaba.

Después de una deliciosa cena y una noche de descanso, ya se sentía mejor. No iba a negar que seguía un poco triste por resignarse a su sueño, pero tenía muchas otras opciones y trataría de ver esto como un nuevo comienzo. "Ser un héroe no lo es todo", con esa frase en mente, se dispuso a seguir con su vida como normalmente lo hacía.

Al ser un Omega y además poseer ningún  Quirk, sus posibilidades eran nulas desde el principio. ¿Por qué no me di cuenta antes? Bajo su mirada y suspiró resignado. "Todo este tiempo estuve engañándome a mi mismo".