Mientras estaba derrumbada en mi cama, pensando, imaginando y razonando posibilidades, escuché un grito de mamá llamandome:
-¡So-fí-a! ¡Baja, amor!
-¿Qué pasa?
Respondí mientras bajaba pacientemente los escalones
-Arreglate que iremos a un día de campo, necesitamos un poco de aire fresco y relajarnos un poco, anda ve y dile a tu hermano que se cambie para la ocasión.
Dijo mamá con un tono de voz emocionado y palmeando ambas manos.
-Sí, Sofí, yo los llevaré a un lugar hermoso con un gran lago, sé que te gustará el lugar
Dijo Johny enchinando los ojos con una alegre sonrisa en su rostro.
Subí de nuevo a decirle a Ben que íbamos a salir un rato y que se arreglara. Me gustó la idea de salir a relajarnos, a ver si con el aire fresco se me refrescaba un poco la mente, a parte dijo que hay un lago ahí... quizás pueda nadar un rato. Me vestí para la ocasión, un short de mezclilla una playera, unos converse negros y me hice una trenza floja, empaqué un traje de baño por si acaso sí puedo nadar. Ben bajó, al parecer no se arregló demasiado, traía la misma playera de creeper,sólo cambió sus pantalones por unos shorts con muchos bolsillos, traía una mochila colgada en el hombro, unos vans blancos y su desarreglado cabello oscuro, traía puestos los audífonos y bajó detenidamente los escalones sin ninguna emoción en su rostro. Le pregunté:
-¿También llevas ropa para nadar?
Me volteó a ver sin mover ni un músculo de su delgado cuerpo y me respóndió:
-Sí, sabes que amo nadar... umm... veo que tú también nadarás, a ver si ahora también necesitas que te saque en brazos.
Dijo en burla, se me ruborizaron un poco las mejillas y le dí un puñetazo en el brazo pero al parecer ni le duele. Entonces Johny entró sacudiendo las palmas de las manos, se había cambiado de ropa, cambió su camisa y corbata por un casual pantalon de mezclilla, una playera blanca y unos tenis avisandonos que ya todo estaba listo, a la par bajó mamá con un vestido amarillo perfecto para un dia de campo, unos zapatos planos blancos y un lazo en el cabello diciendo:
-Perfecto, vamonos ya, andando.
Subimos al auto de Johny, sí, el lugar donde hacía menos de una hora casi me da un paro cardiaco con el tremendo susto que me dió Johny, y... donde encontré ese... pequeño objeto.
Ben íba con los ojos cerrados escuchando música con sus audífonos... a veces no puedo creer que le sea tan atractivo a las chicas de mi salón, bueno, sí es atractivo con su oscuro cabello largo, sus fríos ojos grises, su blanca piel y su altura, pero a veces casi todo el tiempo se porta muy grosero y patán, pero cuando lo conoces lo suficiente es una persona muy agradable y cariñosa aunque no lo parezca en absoluto.
Llegamos al lugar después de 45 minutos de viaje, era realmente bonito, había muchos árboles, arbustos, el pasto era de un verde intenso, había flores por doquier, y sí había un gran lago, se veía muy limpio e incluso tenía unos cuantos peces.
Johny tendió una manta para que mamá se sentara, tenía cuadros amarillos que hacían juego con el vestido de mamá, ella se sentó con una rodilla sobre otra en el suelo juntando los pies. Ben sacó la canasta del auto poniéndola a lado de mamá, ella empezó a sacar la comida que preparó rápidamente y todos nos sentamos a comer, eran sabrosos sándwiches de jamón y queso que hizo mamá, ensalada de frutas, ensalada de lechuga la cual nadie comió, pan dulce que compro Johny pero que mamá dijo que ya había hecho y una papa cocida para mí, mamá siempre sabe lo que quiero. Todos deboramos la comida de la canasta, menos la ensalada de lechuga, y descansamos unos 10 minutos para que bajara la comida. Luego Johny sacó un balón de futbol americano y llamó a Ben para jugar, Ben no es muy de deportes pero no había nadie ahí que lo viera y tenía ganas de jugar. Johny y Ben rodaron, cayeron y se lanzaron al suelo varias veces, mientras Johny corría con el balon mientras era perseguido sin tregua por Ben, le grité:
-¡Johny! ¿Puedo nadar en el lago?
-¡Claro! ¡Entra!
Dijo con fuerza en su voz agitada por correr tanto, tomé mi mochila y fuí detrás de un arbusto grande a cambiarme... pero... mientras me sacaba el short, volteé en suelo y vi... ¿Sangre? un rastro de sangre que se dirigía hacía otro arbusto a unos 6 metros de donde yo estaba, pero no es de sorprenderse, pudo haber sido un zorro con algún animal en el hocico como un conejo o algo por el estilo, así que no le presté mucha atención, entonces pasó por mi mente lo que había dicho Ben: "Asesino o sicario profesional", pero razoné con lo del zorro y seguí cambiandome.
Salí del arbusto con mi lindo traje de baño, un short azul y una blusa amarilla de tirántes que se cruzan y rodean el cuello, Ben también se cambió para nadar, solo se quitó la camisa y se puso un short de playa de color verde menta. El agua estaba muy helada, Ben no lo sabía, así que lo reté a que se lanzara de clavado, el aceptó con un tono de voz engreído y triunfante y se lanzó al agua de cabeza con un clavado, salieron burbujas del agua y salió Ben asfixiado y me gritó:
-¡Serás...! ¡El agua esta heladísima! ¡Tú lo sabías!
Me heché a reír a carcajadas cuando sentí la mano helada de Ben jalandome al agua, caí de lado pataleando en el aire, salí muy rápido a la superficie y le zambullí la cabeza a Ben en el agua pero Ben no dejó de reirse como estúpido diciendo:
-¡Debiste ver como te veías pataleando en el aire! ¡Tú deberías ser la siguiente protagonista para Karate Kid! ¡Jajajajaja!
Me puse roja y volvía zambullir su cabeza en el agua y me fuí nadando de su lado, me sumergí en el agua todo lo que pude y vi los preciosos pecesitos de agua dulce que estaban en el fondo en pequeños cardúmenes. Salí a la media hora porque me dió mucha sed, pues había tragado mucha agua y no sabía muy rico, le pregunté a Johny quien estaba sentado a lado de mamá abrazandola por la cintura si había refrescos y me señaló la cajuela del auto, me dirigí al auto y abrí la cajuela y saqué la hielera... y lo que estaba debajo de la hielera hizo que casi vomitara... era cabello, cabello largo y negro, tenía hasta un poco de piel en las raíces todavía, estaba sobre una mancha de sangre que la hielera cubría perfectamente en el tapete de la cajuela, me llevé las manos a la boca para no gritar ni vomitar, y cerré la cajuela de golpe haciendo mucho ruido pero a los adultos ni les importó, saqué el refresco, lo bebí nerviosamente con la mano temblorosa y la mirada perdida , Ben también salió por un refresco y vió que temblaba mucho, y me preguntó:
-Eh.. ¿Tienes frío mujer? ¿A esta temperatura?
-N-no, n-no seas es-estúpido.
-Ya pues, y... ¿Por qué ese aspecto? Parece que viste un fantasma
-N-no, a-algo peor.
Ben puso cara de confusión y lo dirigí a la cajuela, la abrí lentamente y él abrió demasiado los ojos, tomó mucho aire por la nariz y volteó al otro lado cubriendose la boca para no vomitar, le sobé la espalda para que se calmara, estaba encorbado sosteniendose del auto, en realidad iba a vomitar, pero se calmó y respiró ondo, después se reincorporó y cerró la cajuela, me dijo:
-¿Como fue que no vomitaste?
-Iba, pero me tapé la boca para no hacer una escena enfrente de mamá y Johny.
-Esto es serio, qué asco, eso ya no es tan normal como la bala, esto... esto es... ¡Es cabello!
-Yo se, yo lo encontré
Dijimos en voz baja para que no nos escucharan, pero mamá volteó confundida a vernos y Johny la tomo de la barbilla haciendo que volteara a verlo y le dijo:
-Déjalos Diana, deben de estar hablando de lo que vieron en el lago.
Mamá asintió y se acurrucó en su hombro.
Ben estaba muy asustado, nunca lo había visto así de perplejo, pues él suele ser inexpresivo y frío.
Esto... esto ya es serio, es "normal" encontrar balas en el auto de alguien como él, pero... ¿Cabello? y con piel en las raíces sobre una enorme mancha de sangre no es normal, tengo que averiguar el por qué de esto.
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Mi padrastro
Mystery / ThrillerSofía Morgan es una adolescente de 16 años cuyo padre murió ya hace 2 años. Su madre, Diana conoce a un hombre apuesto y elegante llamado John Reese, después de 1 año de noviazgo, John le propone matrimonio. La vida de el novio de su madre intriga u...