Habían pasado alrededor de unos 10 segundos y ambos seguíamos con la boca abierta, viéndonos el uno al otro y ambos sin nada qué decir.
Pasaron unos 3 segundos más cuando Ben volvió a la normalidad y saltó hacia mi dirección para quitarme el celular y tratar de llamar de nuevo. En ese mismo segundo le arrebaté el aparato pero él insistía:
-¡Dame ese maldito cacharro! ¡Voy a llamar a ese bastardo de nuevo!
-¡Cálmate! Tranquilo, no vas a resolver nada haciendo eso
-¡Te digo que me des esa porquería!
-¡Joder! Que te calmes de una buena vez ¿Sí? Mira, nada cambiará si llamas de vuelta, inútil, sólo que se ponga peor la situación, usa tu diminuto cerebro un segundo y razona
-... No era necesaria tanta maldad, pero sí... desgraciadamente tienes razón
-Siempre tengo razón, ahora: Qué haremos al respecto
-No sabemos donde están y no sabemos cómo rastrear una llamada
Ambos volvimos a tomar nuestro asiento y nos pusimos a pensar. Podía verse en la mirada distante de Ben que estaba asustado tanto como yo, ahí sí pasó de la raya, no me quedaba menor duda que este sujeto tenía que salir de nuestras vidas lo más rápido posible.
Pensé y pensé, mi cerebro no daba respuestas que pudiera llevar a cabo, no podía salir a buscar a mamá porque no teníamos idea de donde estaba, no era recomendable llamar de vuelta porque podría despertar ira en Johny, no teníamos ni la menor idea de como rastrear una llamada, nada resultaba fácil o rápido de hacer.
El tiempo corría y ninguno había dicho una palabra en más de 4 minutos. A cada segundo que pasaba se ponía más tenso el ambiente, difícil de respirar, difícil de lidiar. Ben no hacía ni un solo sonido, ni siquiera el sonido que hacía su fina nariz al respirar.
Hasta que llegó un momento en el que Ben alzó la mirada para verme a los ojos, parecía que tenía una idea y no sabía explicarla.
La decisión que tuviéramos podía decir el destino de mamá, podía ser bueno o malo. Nada salía de la boca de mi hermano, solo sus grises ojos hablaban, su pesada y helada mirada me penetraba la mente, parecía que quería practicar telepatía conmigo. Hasta que su mirada se desvió hacia sus rodillas de nuevo, mi mente volvió a respirar; las imágenes llegaban a mi mente: mamá amordazada y herida, la vida de mamá yéndose de sus ojos. Mis lagrimales ya no podían responder más a los sentimientos, ya había tenido esos pensamientos antes e incluso peores.
Necesitaba ideas de forma desesperada. Y entonces una llegó a mi mente como una bala: La abuela.
Alcé una nueva mirada llena de brillo la cual Ben notó al instante. Ben cobró vida de nuevo al reconocer que tenía una propuesta:
-¿Tienes una idea? Dime que sí
-Tengo una que puede ser un poco egoísta
-Eso no importa si se trata de alejar a mamá de ese tipo
-Pues... sí... bueno, bueno, la idea es que llamemos a la abuela
-... No sé por qué pero creo que sé a dónde va esto, pero de cualquier forma estaré de acuerdo
-Calla y déjame hablar, como ya sabes, la abuela odia cuando mamá nos deja solos en casa, odia más cuando sabe que está bebiendo, ¿correcto?
-Ajá...
-Pues es simple, sabes que mamá es susceptible a lo que le diga su madre, sólo debemos decirle a la abuela con una directa sin intención que estamos solos y cuando llame a mamá notará que está bebiendo, la regañará y dejará de beber lo cual hará que vuelva a estar sobria y consiente
-Es una idea muy sencilla pero sirve
-Por supuesto que sirve, a parte, tú no tuviste ninguna
-Tuve muchas pero poco posibles
-Sí, sí
Decía mientras tomaba el teléfono y marcaba el número de la abuela. El tono de espera empezó a escucharse y a los pocos segundos respondió una linda voz de anciana:
-¿Hola?
-Hola abuela, ¿Cómo te encuentras?
-Bien, querida y ¿Cómo estás tú? ¿Cómo está tu hermano?
-Estoy bien, gracias, él está idiota
-Ohh vamos, no seas tan dura con él
-Je, bueno te llamaba si querías salir con nosotros y luego comer aquí y pasar el rato
-Me encantaría, con tu mamá y tu hermano, ¿no?
-uh... no, sólo Ben y yo, mamá... no está
-Oh, ¿Salió de compras?
-Eh, no, salió de vacaciones con su novio
-...
-...¿Abue?
-¿Los dejó solos de nuevo?
-Am, sí, pero estamos bien, de verdad
-Vale, vale, ¿Pueden venir por mi? No tengo quien me lleve después de todo
-Claro, ahora vamos, no tardamos
Entonces colgó: el plan había funcionado, me sentía mal por hacer enfadar a la abuela con mamá, pero era por una buena causa.
Entonces Ben preguntó con ansias:
-¿Funcionó?
-Sí, ahora tenemos que ir por ella, ahora
-¿Ahora mismo?
-Ahora mismo, está enojada con mamá y quiere vernos
-Entiendo, entonces vamos
Nos levantamos de nuestras sillas y nos dirigimos a la entrada, Ben tomó las llaves y salió hacia el coche mientras buscaba la llave para poner cerrojo. Esto iba a ser entretenido, pero aún así me sentía culpable de ello.
Queridos, de nuevo (aguántense) me disculpo por no publicar, mis semanas están muy apretadas con proyectos y exámenes y más torturas del estilo, como muy muy poquitos sabrán, estuve organizando una conferencia con los directivos de mi instituto, muy pesada, yo hice todo y expuse excelentemente (soy una presumida de lo peor, ya lo sé) y por eso no pude actualizar, pero ya les traigo su capítulo nuevo... es cortito pero es lo que alcanzo a escribir con mi corto tiempo... sé que no les interesa mi vida personal pero aún así les doy explicaciones para que VEAN QUE NO ES FLOJERA o que deje votada la historia, bueno, es todo de mi parte por el momento, besos conejitos <3
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Mi padrastro
Mistério / SuspenseSofía Morgan es una adolescente de 16 años cuyo padre murió ya hace 2 años. Su madre, Diana conoce a un hombre apuesto y elegante llamado John Reese, después de 1 año de noviazgo, John le propone matrimonio. La vida de el novio de su madre intriga u...