Capítulo 23: Los olores que emanaba

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¿Ah?... ¿Qué era lo que había dicho Ben?... ¿Que eran dos?... me quedé unos segundos petrificada con los labios secos y ligeramente abiertos mientras buscaba en mis recuerdos ese asqueroso descubrimiento en el maletero del coche, entonces vi el cabello, pero como una mancha borrosa que se desvanecía, pero me esforcé y traté de detallar lo más que podía hasta que la imagen fue reconocible... Ben tenía razón, el cabello del maletero era un poco más claro, el del maletero era castaño oscuro y el del cuerpo era negro azabache. Pero... ¿Dónde diablos estaba el otro cadáver? ¿El otro cadáver habrá tenido el mismo dije? Todas esas preguntas daban vueltas en mi cabeza haciendo que me mareara y sentándome en la cama de mi hermano, era algo que no podía digerir y algo que seguramente no me iba a dejar dormir durante varios días. Algo teníamos que hacer acerca de ese otro cuerpo, quizás nos iba a dar respuestas. En ese momento mamá nos llamó para que bajáramos, Ben me tomó de los hombros y me dijo que me calmara, puse mis pensamientos en orden y salí de su habitación cerrando la puerta a mis espaldas. Bajé lo más normal que podía, sentía que las escaleras se movían como si fuera La Gran Escalera de Hogwarts, pero no hice caso de mis mareos y di mi típico salto en el último escalón. 

Mamá estaba sentada sentada en el sillón individual de la sala, con las piernas cruzadas con una mano sobre el regazo y la otra sosteniendo una taza de té negro. Dio un sorbo antes de empezar con lo que tenía que decirnos, Ben y yo nos sentamos en el sillón que ella tenía a la izquierda. Bajó su taza y la dejó en la mesita de centro, luego empezó con un tono de voz... bastante calmado pero se notaba que se contenía una gran emoción. Dijo:

-Niños, me tomaré unas vacaciones este fin de semana

-¿Ah sí?

Dijo Ben con su típico y molesto tono de poca impresión que usaba. A lo que yo reforcé con un interesado:

-¿De verdad? ¿Qué harás?

-Saldré de la ciudad, iré a un hotel de 3 estrellas cerca del mar

-Wow, ¿Y con quién?

-Con John, querida

En ese momento me agarré de mis rodillas fuertemente y grité un desesperado:

-¡NO!

Con lágrimas en los ojos me di cuenta que ambos me estaban mirando con una expresión que decía "¿Qué diablos te pasa?" con los ojos abiertos como platos, Ben hacía la misma cara que mamá cuando él sabía perfectamente la razón de por qué había gritado así, luego solté el aire que había acumulado en el pecho, aire para continuar gritando. Ben me recostó tomándome muy fuerte de los hombros, diciéndome "Cálmate maldita sea". Cuando mamá relajó su cara y la transformó en una cara de curiosa, con una ceja levantada y una sonrisa irónica por la curiosidad me preguntó: 

-¿Qué te pasa? ¿Por qué gritaste así?

-E-eh... n-no quiero que te vayas... y-yo quería ir contigo... aparte te extrañaré...

-Oh mi amor, yo también necesito salir con mi novio, ya sabes, relajarme un rato

-E-entiendo, pero... t-t... ¡Tendré que quedarme con Ben! 

Rompí en llanto, pero no era por esa estúpida e inmadura razón, era por que no quería que mamá se fuera sola con ese sujeto, no quería que le pasara nada malo. Me sentía tan tonta llorando de esa manera y teniéndola que justificar por una razón tan infantil, quería aferrarme a la pantorrilla de mi madre y no soltarla hasta que me prometiera que no iba a ir. Mamá me abrazó y trató de consolarme, Ben quería reír a carcajadas, pero él también quería llorar, él sabía que mamá corría peligro y no podíamos decirle la razón. Mamá me consoló diciéndome cariñosamente:

Mi padrastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora