Señuelo.

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"Si lo estoy"

Palabras que retumbaron en la cabeza de Jennie y le aceleraron el pulso de inmediato.

- Porque parece que te importa más tenerla de vuelta que cumplir con tu trabajo, porque justificas sus acciones criminales, porque... Estoy celosa porque - Respiró recobrando la compostura - Porque te importa más ella que cualquier otra cosa... ¿No? - El tono de su voz paso de severo y agresivo a uno más apagado.

- E-eso no...

- Jennie - Hablo con tono profundo - ¿Te gusta Lalisa?

- Jisoo no pasó nada entre Lisa y yo, se que dijiste que no te incumbe y ciertamente así es, pero te juro que nada ha pasado entre nosotras - Explicó la menor - El día que vine aquí fue para preguntar... -  Recordó que quizás sus motivos para aquella visita no fueron los más apropiados. Y posiblemente sonaría mal admitir que sólo tenía curiosidad sobre el pasado de la ejecutora - Sobre un caso.

- Eso no responde mi pregunta - Murmuró.

- C-claro que no, no me gusta Lisa - Afirmó un poco sonrojada.

- ¿Has visto como te pones cuando se trata de Manoban? - Rio con ironía - ¿O es que tu misma no te das cuenta cuando te gusta alguien?

- ¡Claro que me doy cuenta! - Gruñó Jennie un tanto frustrada por la situación - ¡Lo sé porque me gusta tú! - Pisó el piso con fuerza. Jisoo se quedó paralizada.

Casi de inmediato Jennie se arrepintió de aquella confesión y de su arrebato. De no haber sido porque la mayor confirmó sus celos dándole algo de esperanza, nunca se hubiese atrevido a soltar tal cosa. Y es que hasta ese momento no estaba del todo segura de que era lo que estaba sintiendo por su superior, además de que no sabía si era correcto que lo sintiera siquiera. Pero ¿Cómo mantenerte callada cuando Kim Jisoo deja en claro que está celosa y luego te acusa de haber hecho quien sabe que paso por su mente con una de tus compañeras?. No se puede, y así fue como las palabras le salieron solas de la boca, para su propia sorpresa.

Segundos interminables de silencio pasaron sin reacción de ninguna de las dos.

- Será mejor que me vaya - Jennie reaccionó primero tratando de escapar. Sólo quería que la tragara la tierra.

Inesperadamente, Jisoo quitó la mano de la menor del panel impidiendo que abriera la puerta y la giró para que quedaran frente a frente. 

- ¿Qué dijiste? 

- Lo que oíste - Jennie volteó la cara incapaz de mantener el contacto visual con su mayor. Se moría de vergüenza, el corazón le latía tan rápido que pensó que le daría un infarto allí mismo.

- Lo siento, estaba muy ocupada siendo una idiota como para escucharte. ¿Podrías repetirlo?

- Si, fuiste una idiota - La miró con el entrecejo suavemente fruncido - Por no reconocer que si estuve preocupada por alguien todo este tiempo, fue por ti - Le tocó el hombro con el índice - Pero tuviste razón en algo... Yo tampoco me di cuenta al momento - Se mordió el labio inferior al recordar las dos ocasiones en que se habían besado e instintivamente sus ojos fueron a parar a los labios de Jisoo - Pensé que era cosa del alcohol, o de esa estúpida droga el que me sintiera así, cuando en realidad eras tú...

El resto de la frase de Jennie se perdió en los labios de la mayor cuando esta la hizo retroceder hasta quedar contra la puerta apoderándose de su boca. Aunque en principio el beso la tomó por sorpresa, no le faltó tiempo para que sus manos se enredaran en la cabellera castaña de su contraria.

Allí estaba de nuevo, ese cosquilleo que se extendía por todo su interior a medida que el cuerpo de Jisoo se apretaba contra el suyo. Esta vez no había alcohol de por medio al cual culpar de un arrebato de calentura, no había una droga en su sistema, ni era una situación que las forzara a besarse para desalentar a un posible acosador. No, por primera vez era el simple deseo de la una por la otra lo que las movía, y el verdadero narcótico se encontraba en sus labios.

Psycho-Pass | Jensoo/Chaelisa o Chaesoo/Jenlisa (Descrubrelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora