Prólogo.

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Año 2061, finalmente el gobierno de Corea se atrevió a dar el paso para la construcción de una sociedad más avanzada. El ministerio de Salud y Bienestar desarrolló un sistema llamado Sibyl capaz de analizar la psique de las personas, el estado mental de la gente y todas sus posibles orientaciones psicológicas son medidas y digitalizadas transformándolos en perfiles. El alma humana es evaluada y juzgada según estas bases para ser traducida en un número, a este valor se le conoce como Pycho-pass.

Pronto se dieron cuenta que Sibyl no sólo era capaz de reconocer los aspectos aprovechables de tu personalidad, sino que distinguía perfectamente el bien y el mal en lo más profundo de tu ser. Fue así como nació un nuevo parámetro psicológico a considerar dentro de la sociedad, el Coeficiente Criminal, gracias a dicho coeficiente y haciendo uso de escáneres especiales, el Departamento de Seguridad Pública puede detectar el potencial criminal de un individuo y neutralizarlo antes de que siquiera sea capaz de delinquir.

Poco a poco el sistema tomo el control del país, los índices de criminalidad bajaron dramáticamente y los niveles de producción en todos lo rubros comenzaron a subir dando lugar a una pequeña utopía.


[...]

Año 2091, Presente.

Alguna parte de Seúl, 10:00 a.m.

- ¡Buenos días Nini! Ya son las 10:00 a.m., debías despertar hace una hora - La molesta voz electrónica del asistente virtual de Jennie la sacaba de su plácido sueño por segunda vez esa mañana.

- Mhg, Kuma baja los decibeles de tu voz por favor - Se quejó la morena tratando de espabilarse - ¿Qué se supone que tenía que hacer hoy?

- Debes encontrarte con Irene y Nayeon en la estación y al medio día saldrán los resultados de tu test de actitud laboral del Ministerio de Salud y Bienestar - Listó el perrito virtual.

- Ah, es hoy... - Suspiró saliendo de la cama.

Era un evento esperado por todos los jóvenes de Corea, los resultados que arrojara dicho examen determinaría a que si iban a dedicar el resto de sus vidas. Por eso decidió encontrarse con sus mejores amigas ese día, sin duda la noticia sería mejor recibida al lado de buena compañía. 

Algo más de una hora después ya estaba lista para salir, si no se daba prisa llegaría tarde y odiaba la impuntualidad. Fue a la estación, tomó el tren hasta su destino y una vez allí procedió a esperar a sus compañeras. Miró el reloj, 11:45 a.m. justo como lo había planeado. En 15 minutos se decide mi destino. Respiró profundo mirando a los lados, Dios, realmente odia la impuntualidad.

Afortunadamente ambas muchachas llegaron al lugar sólo 5 minutos después. Luego de los efusivos y cariñosos saludos de Nayeon, las quejas de Jennie por la tardanza y las risas de Irene por la interacción de ambas menores, decidieron ir a un café cercano para pedir unos ricos postres en caso de que las noticias que estaban a punto de recibir resultaran amargas. Eligieron la mesa más apartada del lugar y cada una pidió un trozo de pastel diferente para compartir.

- Dios, estoy tan deprimida - Nayeon fue la primera en tocar el tema recargándose sobre la mesa.

- ¿Tan mal sientes que te fue? - Preguntó Irene con tono compasivo.

- De lo peor - Lloriqueó la castaña hundiéndose más en su miseria - No quiero ni pensar en que tipo de trabajo terminaré.

- Agradece que Sibyl elegirá la carrera más adecuada para ti, Nayeon - La consoló la pelinegra - Es imposible que el sistema cometa un error.

- Ya quisiera yo tener las aptitudes que tienes tu, Irene - Continuó haciendo mohín - Seguro podrás elegir donde quieres trabajar.

Jennie sólo observaba divertida mientras comía su postre, cuando repentinamente tres pitidos simultáneos dieron por terminada la conversación. 12:00 p.m. en punto, el momento de la verdad, todas las presentes pasaron a prestar atención al mensaje emergente en sus dispositivos móviles.

- Trabajos de oficina - Irene rompió el silencio - Es lo único a lo que puedo optar.

- Ugh, todas mis opciones requieren esfuerzo físico - Nayeon bufó con cierta resignación.

- Tiene sentido - Afirmó la mayor - Siempre fuiste buena en los deportes.

Ambas se miraron al notar que la menor de las presentes seguía sin hablar y luego voltearon a verla, su cara era de confusión.

- ¿Qué te asignaron, Jenn? - Se levantó Irene para fisgonear.

- ¡Hey yo también quiero ver! - La siguió la castaña - ¡WOW! - Quedó boquiabierta tan pronto vio la pantalla - Es... ¡E-estás capacitada para todas las agencias importantes del gobierno!

- ¿Qué demonios, Kim? - Exclamó la pelinegra incrédula - ¡Esta puntuación es increíble!, incluso fuiste la única de los postulantes que consiguió aprobación para el Departamento de Seguridad Pública - Señaló el renglón de dicho puesto y efectivamente, era la única que podía a optar a él.

- P-pero si me dan todas estas opciones ¿Cómo se supone que me decida por algo? - Dijo con real preocupación la morena.

- Jennie, en pocas palabras el sistema dice que no importa lo que hagas, lo harás bien y tendrás una vida laboral satisfactoria - Aseguró Irene.

- Incluso podrías escoger uno al azar - Bromeó la castaña dándole un palmadita en la espalda a la menor para animarla.

- Cualquier cosa que decidas está bien, te apoyaremos. Eres afortunada en poder elegir entre muchos puestos que sólo tú puedes ocupar - Irene le acarició el cabello sacándole una sonrisa a la morena.

Una vez más, Jennie centró la mirada en su larga lista de opciones, prestando especial atención a un único detalle. Aquello que sólo yo puedo hacer...

Psycho-Pass | Jensoo/Chaelisa o Chaesoo/Jenlisa (Descrubrelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora