~Continuación de "dejemos de un lado el hockey|Charlie Conway". La pueden encontrar en mi perfil y les recomiendo que lean esa historia y después se vengan a disfrutar esta.~
~Basada esta historia en The Mighty Ducks o Los Campeones 3 del año 1996,c...
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Acordé con Charlie vernos afuera de la escuela. El había llegado mucho más tarde de la hora acordada cosa que era demasiado extraño de su parte ya que casi siempre era muy responsable en llegar a la hora correspondiente.
No pude evitar preguntarle él porque había llegado a esa hora y porque tenía un periódico en sus manos cuando nunca leía esas cosas.
—De eso te quería hablar. Mira esta foto —apuntó a una foto en la esquina de la tercera hoja del periódico.
—Mierda —susurre al darme cuenta que las personas que estaban en la foto era yo con Sam tomando el helado el día de la cena que tuvimos con Varsity.
Empecé a leer lo que decía en murmullos:
¿Jugadora de hockey bidireccional con sentimientos encontrados?
Lane Williams, una niña de quince años, estudiante de Eden Hall, y jugadora en los Juegos de la Buena Voluntad para Estados Unidos, al parecer tiene una relación.
Gracias a fuentes, el chico con el que se encuentra en la foto de arriba es Sam Smith, un chico que le gusta la música y se ganó el corazón de la señorita Williams, viéndolos muy juntos tomando un helado en una de las cafeterías de Minnesota.
¿Smith podrá ayudarla con su recuperación en su lesión en el tobillo para que vuelva a la pista de hielo?
Esboce una risa, tapando mi boca con mi mano y devolviéndole con la otra el periódico a mi novio.
—Odio que los paparazzi saquen fotos. Ni que fuéramos tan famosos. Obviamente no les crees, ¿Cierto? —le pregunté a Charlie ya que estaba callado.
—Aja —respondió sin dejar de mirar sus zapatos muy concentrado.
—¿Estás enojado? —levante su cabeza apoyando mi mano en su mentón para que me viera, pero para mí sorpresa estaba ocultando una sonrisa.
Bajó mi mano y me besó rápidamente en los labios para después irse corriendo rumbo a los vestidores.
Quedé un poco impactada ya que no sabía si su reacción había sido buena o mala. Lo único que me importa ahora sería el juego contra mi antiguo equipo y que nadie se creerá esa tonta mentira que crean las fuentes.
Los chicos de música justo pasaban por ahí junto con Sam, y no pude detenerme a si que me acerque a ellos y les pedí por favor que difundan la mentira del periódico, pero que no dijeran que estaba con Charlie, no sé si el quisiera que las fuentes lo sepan, era para asegurarme de críticas y cosas demás.
Sam no habló mucho, y me alegro que no comentara. Su actitud de insistir y de enviar mensajes por papeles no tenía sentido. Soy una persona demasiado rencorosa.