Dicen que a las cosas amargas les falta ese toque dulce para que quede perfecto...
Lalisa Manoban una alfa de 25 años a la cual le rompieron el corazón, y a causa de esto ya no existía esa chica alegre que hacía bromas con todos sino se volvió una c...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Todo el camino de la sala hasta la habitación de la alfa se podían observar las prendas que se habían quitado quedando casi desnudas.
Lisa se encontraba entre las piernas de la castaña repartiendo besos desde el cuello hasta el abdomen de la menor, los pequeños jadeos estaban haciendo miles de efectos en ella, sentía su miembro palpitar pero ahora no le importaba eso sino hacer sentir bien a su Omega.
Por otro lado Jennie no podía dejar de sentirse nerviosa, era su primera vez pero sabía que su Alfa sería muy cuidadosa y como si lo hubiera dicho en voz alta las palabras de la mayor la sorprendieron.
- Seré lo más cuidadosa princesa relájate - Dijo la pelinegra mientras jugaba con el elástico de las bragas de la más pequeña - Puedo mi amor? - Pregunto y la omega solo asintió para así la alfa quitarle las bragas y acercar su rostro a la intimidad de la contraria.
Inmediatamente se pudieron escuchar entre las cuatro paredes los gemidos que se hacían más audibles por las embestidas más aceleradas que la alfa le proporcionaba, todo nerviosismo de la castaña se esfumó.
Kim sentía como en su parte baja se le contraia, las dos sabían que aquella ya iba a llegar a su gran y primer orgasmo de la castaña.
Después de haber terminado la alfa subió sus labios hasta el cuello de la menor para susurrarle palabras a la última mencionada.
- E-estas bien amor? - Dijo cada palabra mientras dejaba un beso en el cuello de la contraria, la cual solo asintió pues aún estaba regulando su respiración.
- Al-lfa quiero sentirte-e - Logro decir lo más audible la castaña que también se le habían tornado sus mejillas de color carmesí que tanto amaba ver la alfa, le causaba mucha ternura cuando sus mejillas parecian un tomatito.
La pelinegra quería cumplir con lo que su novia le pedía pero primero queria prepararla su misión era ayudarla y ser muy cuidadosa en la primera vez de su omeguita, así que sus manos que estaban acariciando los muslos de la contraria los puso en la parte interior cerca de la clítoris recibiendo un jadeo de parte de la Omega.
- Primero así si Nini? - Dijo mientras sus dedos abrían un poco los pliegues de la castaña quien solo movió su cabeza en afirmación.
Sus dedos fueron introduciendo lentamente mientras oía pequeños quejidos de dolor de ella contraria así que con delicadeza los fue metiendo para segundos después embestir con ellos suavemente obteniendo los gemidos que eran música para sus oídos.
Las manos de la castaña estaban sujetas a la sábana que estaba siendo arrugada por la mencionada, sin duda esto se sentía tan bien que pasaron los minutos para llegar a su segundo orgasmo, los fluidos que fueron bajando por sus piernas estaban siendo limpiados por la mayor.
