Dicen que a las cosas amargas les falta ese toque dulce para que quede perfecto...
Lalisa Manoban una alfa de 25 años a la cual le rompieron el corazón, y a causa de esto ya no existía esa chica alegre que hacía bromas con todos sino se volvió una c...
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- Días después -
Pov. Jennie:
Me encontraba hechada en el sofá siendo fuertemente abrazada por Lisa, quien al parecer hoy se encontraba en celo.
Toda la mañana ha estado muy cariñosa y queriendo que le haga mimos, hoy a comparación de los días de esta semana está pacífica.
Cuando digo que a comparación es porque Lisa a estado muy sobreprotectora conmigo y ni hablar de ayer que salimos al centro comercial y comenzaba a gruñir o insultar a todo alfa que pasaba por mi costado.
- Lili amor... - Dije moviendome pero no recibí ninguna respuesta - Quiero ir a bañarme.
Enserio lo necesitaba después de comer, tuve que limpiar el desastre por el intento de Lisa cocinando, en el cual me manche mi ropa y un poco de cabello pero fui arrastrada hacia el sofá quedando presa entre sus brazos.
- Nooo quédate un rato aquí conmigo - Dijo alzando su cabeza que estaba escondido en mi cuello.
- Déjame ir, prometo no tardar si? - Dije pero ella solo volvió a esconder su rostro en mi cuello.
Pero no pasaron muchos segundos para sentir su agarre aflojarse y liberarme por completo.
- Está bien pero no demores - Dijo, yo asenti mientras le dejé un pequeño beso en sus labios.
•••••••••
La castaña salía del baño vistiendo un short negro siendo cubierta por una camisola blanca larga.
Se dirigió a la ventana para abrirla y respirar un poco de aire pues las feromonas de la alfa estaban en todo el lugar y no le incómodaba, es más estaban haciendo efecto hasta en su propio cuerpo.
Se sobresalto al sentir unos brazos rodear su cintura seguido de unos labios que dejaron un pequeño beso en su cuello.
- Te ves tan jodidamente sexy con esa ropa - Dijo Lisa en su oído.
La Omega al sentir más besos en su cuello alargó su cuello dandole más acceso a la alfa.
- Alguien ahí abajo esta muy entusiasmado - Dijo Jennie con los ojos cerrados.
Dicho esto la mayor se apegó más a la menor, haciendo que está soltará un pequeño gemido al sentir más el bulto que reclamaba por salir de aquel ajustado boxer que llevaba la alfa.
- No sabes las ganas que quiero enterrarme dentro de ti - Dijo en un casi susurro la pelinegra.
- Y porque no lo haces? - Dijo la castaña volteando repentinamente quedando cara a cara.
