Sa.yo.na.ra

Prisión estatal

Harry 

Una vez que me recupere un poco, me trasladaron a la prisión estatal, me colocaron unas esposas y un uniforme de color naranja, no era mi color favorito pero era soportable, no era mi idea ir a la cárcel ,pero tal vez conseguiría las respuestas que estoy buscando, allí estaba llenos de hombres de Dino Golzine, tenia dos opciones, salia con vida o con respuestas y la primera no era la opción que dejaría que ganase, mientras caminaba custodiado hasta la celda que se me ordeno todos esos hombres asomaban sus cabezas para gritarme millones de cosas. 

"eh,muñeca,por fin alguien con quien jugar" " seras mi puta" "cuida tu espalda" y silbaban a mi pasar, yo seguía caminando con mi rostro serio. Nos detuvimos frente a una celda que abrió sus puertas automáticas dejándome pasar, los policías me quitaron las esposas e ingrese. 

-Nuevo preso, se bueno- dijeron antes de irse. 
Un hombre que tenia cubierto su rostro con un libro sobre su cama rápidamente se coloco de pie y llevo su mano hacia mi. 

-Hola,soy Max Lobo- dijo amablemente. Era extraño,era la cárcel,¿por que era amable?. 

Yo lo mire extrañado. 

-Harry Styles- le conteste tomando su mano para saludarlo. 

-Eres muy joven¿cuantos años tienes?- pregunto soltando mí mano.
 
-¿Y tú,anciano? pregunte. 

-¿Anciano? Todavía tengo 32- respondió alterado ante mi respuesta. 

-¿32? realmente eres viejo.Tengo 18-conteste subiendo a la litera de arriba.

-Comparado contigo cualquiera lo es- me contesto mas calmado.
Yo me recosté sobre mis dos brazos que lleve hasta mi cabeza y cerré mis ojos. El hombre no dejaba de hablar.

-¿De donde eres? ¿tienes familia?- pregunto el.

-Realmente hablas mucho-dije seco.

-Si,lo siento. En realidad soy un periodista- comento. 

-Max Lobo. Hay un columnista con ese nombre en el Greenwich Tribute.Escribio 730 días en Bagdad- le dije. 

-¡Si,escribí eso!¿Lo sabias?- Dijo colocándose de la litera de arriba muy emocionado.
 
-El reportaje de William Auster fue mucho mejor- ironice
-Debes dejar de escribir reportajes pretenciosos y apegarte a las columnas- continué diciendo.
Max borro esa expresión de emoción a una muy decepcionada. 

-Oye,lo dije como un cumplido,tus columnas son mejores que esos pesimos libros en rustica que existen - intente arreglarlo.
pero al parecer al hombre realmente parecio afectarle lo que le dije. Apago la luz y callado volvió a su cama.
Al amanecer las puertas se abrieron dejándonos salir,Max seguía dormido así que salí solo,camine unos cuantos metros.

-Espera!-escuche tras de mi,voltee y era Max que se dirigía a mi corriendo y acomodándose un poco el cabello. 

-Oye, ya que lees libros políticos e incluso columnas de periódicos locales eso lo hará lo suficientemente facil. Nos sentaremos en silencio y leeremos,la biblioteca esta allí arriba ¿quieres ir a echar un vistazo?- dijo una vez que llego a mi lado,dios,ese hombre no paraba de hablar. 

Le preste muy poca atención mientras observaba como todos nos miraban sin disimulo hasta que entendi que no miraban al hombre a mi lado si no que me miraban a mi. 
-¿Por que todos me miran? - pregunte. 
-Por que eres una nueva cara aquí,ademas eres joven,eso es todo- me contesto Max. 
Yo guarde silencio. 
-Es mejor que no vagues solo- me dijo colocándose frente de mi. 
-¿por que?- pregunte. 
-Bueno,ya sabes,los niños pequeños son vistos como muñecas,si sabes a que me refiero- respondió sin mirarme. 
Yo lo ignore y seguí caminando sin decir palabra, nos dirigimos al comedor a por nuestro desayuno, tomamos las bandejas y nos dirigimos a sentarnos. 
-El comedor de beneficencia sirve cosas mejores que esto- dije al ver lo asquerosa que se veía la comida. 
-Si,cuesta acostumbrarse,sentémonos aquí- dijo Max tomando asiento en una mesa vacía. Por detrás escuche como murmuraban los demás presos "Es una lindura" "iré a visitarlo mas tarde" decían .