Para toda la eternidad

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Harry

Mientras que todos los reclusos nos encontrábamos desayunando en silencio,solo se podía oír como Max negociaba con un corrupto policía para que le cambiarán la celda y ya no poder estar conmigo,yo solo escuchaba atentamente cada palabra "No jodas Max, tu pediste estar en la misma celda que el" y luego de eso un "Está bien,da igual,hay muchos tipos que quieren meterse con el igual".
El volver a la celda a sentarme leyendo la libreta de Max tranquilamente me desvío de todo tema.

-¿Ya de regreso?- alce mí vista y cerré la libreta sobre mis piernas cuando vi ingresar a Max a la celda con una sonrisa en su rostro.-Sal a caminar o algo así- siguió diciendo mientras se dirigía a dónde tenía sus pertenencias.

-¿Para que? Igual seguiré estando en una jaula- respondí frío.

-Tienes un buen punto- tomo una bolsa,la cerro y la puso por encima de su hombro. Volteó entre sus talones y paso frente a mí.

-Aquí vamos,nos vemos,buena suerte.
Fue lo último que dijo y salió sin más de la celda, las puertas se cerraron detrás de el,yo lo vi fijamente hasta perderlo de vista,luego,volví a la libreta y repose mí espalda contra la pared.
Al pasar de una hora las puertas de mí celda volvieron a emitir el sonido abridor.

-¿Que pasa con la cara seria?- se oyó una voz ronca. Era un tipo alto,robusto moreno con un desagradable cabello largo y su rostro de igual manera de desagradable.

-¿Quien diablos eres tu?- pregunté sin quitar mis ojos de la libreta.

-Esta no es manera de hablar con tu nuevo compañero de celda,mí pequeña princesa- respondió acercando su maldita cara a la mía,su aliento era insoportable,tanto que hizo pegar aún más sobre la pared.

-Dejaste a Gregory sin luchar, ahora vamos a divertirnos un poco,voy a ser gentil- se alejo un poco para quedar desnudo completamente de la cintura para arriba. Y sin darme cuenta una bola de pervertidos e inútiles reclusos estaban pegados a las rejas de aquella celda.

-Nunca,solo quería ir a la enfermería en ese entonces- contesté sin temor,mí voz no tembló no un segundo y pareció ser tan gruesa como nunca.
Los estúpidos del otro lado se expresaban libremente "Bill te llevará a la enfermería" "La niña está actuando fuerte" mientras el nauseabundo hombre frente de mí mostraba sus dientes de lado.
Me empuje fuera de la cama para quedar de pie frente a este.

-No me hagas enojar viejo,estoy acostumbrado a tratar a tipos como tú
-¿Si? No puedo esperar para que me trates-  agrueso su voz.
- Pero cuídame ¿Está bien?- coquetee moviendo mis pestañas lentamente y enredando mí cabello con mí dedo índice y endulzando mí voz. Y al maldito pareció darle justamente ahí una gran erección, se acercó a mí baboso mientras de fondo se escuchaba como los demás silbaban ansiosos por ver el show. 

-Sabes como sobrevivir aquí ¿Verdad? . Se acercó a mí y me tomo de la mejilla acercando su rostro para quedar a centímetros de mí.
Cuando estuvo tan cerca,rápidamente tomé la sábanas de la litera de arriba lanzandola sobre su cabeza,este dio tres pasos atrás y sin ni siquiera dejar que reaccionara lo envolví con un brazo y lo lleve a qué su cara diera contra el pequeño espejo colgado ahí donde Max se afeitaba todas las mañanas, eso hizo evidenciar una mancha de sangre en la sábana y ahí lo lleve contra la litera y subí a la de arriba y comenzé a estrangularlo,todo fue tan rápido,tenía que serlo,de otra forma no hubiera tenido oportunidad contra aquel hombre pues era demasiado grande a mí par.

Sa.yo.na.raDonde viven las historias. Descúbrelo ahora