Sa.yo.na.ra

Centro de salud mental

¿Que es ese ruido?¿Dónde estoy? No me puedo mover... Mis extremidades son como el plomo ¿Me estoy muriendo? Que tranquilo y pacifico es. Es como si todo el dolor nunca hubiera pasado,tristeza,felicidad,todo. La muerte los despoja suavemente. Abrí lentamente mis ojos pesados, mire a mí izquierda, al ventanal que daba a la calle,me volví la mirada al otro lado,estaba en una camilla,con suero y oxígeno a través de una cánula nasal.

-¡Despertaste! ¿Cómo te sientes? -  preguntó Jeankins cuando pude visualizarlo sentado a un lado de la camilla con Charlie.

-Todavía no puedo morir,eh- respondí. La garganta me dolía.

-No digas eso. Es bueno que estés vivo.

-No estaría tan seguro- dije volteando a ver hacía el ventanal.

-Entiendes lo que hiciste ¿Verdad? Tienes 18 años,ya no eres niño- dijo con voz sería.

-He ignorado la ley toda mí vida.No voy a pedirle a la ley que me proteja ahora.

-Ya veo... Es difícil de creer que esas son palabras de alguien que acaba de regresar de la tumba.

-Desgarrador ¿No es así? - dije en tono sarcástico.

Pude sentir como Jeankins y Charlie voltearon y salieron de la habitación en completo silenció. Intente moverme para sentarme y un tirón fuerte del lado derecho de mí abdomen me hizo maldecir,entonces recordé. No volvió a Japón. Arthur muerto. Tapé mis ojos con mis manos.

-¿Disculpé? Joven- escuché decir a mí lado.

Lentamente baje mís manos dejando ver mí rostro. Cuatro adorables enfermeras estaban rodeando mi camilla,con sus sonrisas grandes y uniforme ajustado.

-¡Hola!- dijeron al mismo tiempo.
-¿Cómo te sientes?
-Vamos a estar a cargo de ti.
-Encantadas de conocerte- repitieron cual coro.

-Am.. okey- dije confundido.

-Y ya hemos decidido turnarnos. Así que avisanos cuando ¿De acuerdo?- dijo una rubia.

-¿De qué hablan?- pregunté tornandome serio nuevamente.

-Por supuesto esto- dijo otra tomando un papagayo en su mano.

-¡Jeankins, Charlie!- grité entrando en pánico.

Los dos hombres rapidiamente entraron a la habitación,viendo mí cara de pánico Charlie les pidió a las enfermeras que salieran de allí. Una dejo el objeto sobre la mesa de luz del al lado de mí camilla y salieron murmurando entre risas.

-¿Que pasa?- preguntó Jeankins.

-¡Por favor,quiero que estén lejos de mí! No me dejaran mear solo. Esto no es un club de stripers. ¡Los urinarios no son para su entretenimiento! - exalté con mí rostro completamente rojo.

-Tranquilizate- pidió Jeankins.
La puerta se abrió y una mujer entró diciendo que necesitaba hablar con el capitán.

-Disculpen- dijo Jeankins y salió.

-No es fácil ser guapo,eh- bromeo Charlie.

-¿Te encontraste con Louis?¿Vino aquí?

-Uh,si,Louis. Solo los abogados están autorizados de verte ahora.- respondió nervioso.

Jeankins aprecio con un tipo alto,de gafas y traje.

-Harry,el es el Sr. Halper de la fiscalía- dijo presentadolo

El hombre se acercó a mí con una gran sonrisa y me extendió un papel a mis manos test de inteligencia psicológica

-¿Un test de inteligencia?- pregunté.