THE INHERITANCE

Capítulo 12: The End

A la mañana siguiente, Harry consigue efectivamente algo más que hablar. Los ojos de Severus ya están abiertos, observando la figura dormida de Harry, cuando éste abre los suyos lentamente, interponiendo una mano entre ellos y la luz que entra por la ventana. Cuando sonríe a Severus y deposita un beso en los labios del hombre, la situación evoluciona rápidamente, con Harry volviéndose, de espaldas a Severus, mientras el hombre se acerca a la parte delantera y desliza una mano dentro de las bragas de Harry, envolviendo con su mano la polla aún flácida.

-Hm... Sí...- Harry suelta, moviendo el culo y frotándolo contra la entrepierna de Severus, encontrando su polla medio dura ya.

-Buenos días, marido mío-. susurra Severus, soltando la polla de Harry y bajando el pantalón de la pijama, liberando el culo de Harry. Le sigue un hechizo lubricante susurrado y se desliza lentamente dentro, provocando un suave maullido de su joven marido.

-Ah, sí... Arde, pero... Hm...- Harry se muerde el labio inferior mientras empuja hacia atrás, haciendo que la polla de Severus se deslice más rápido.

-Ten cuidado, Harry-. Le amonesta Severus suavemente, poniendo una mano en la cadera de Harry para controlarlo mejor. No quiere que Harry se haga daño.

-Pero se siente tan bien, por favor...-

-Shhh...- Severus le besa el cuello, explorando toda la zona con sus labios. Luego se mueve hacia arriba y lame la concha de la oreja de Harry, provocando un siseo. Vuelve a bajar la mano y de nuevo la envuelve alrededor de la dura polla de Harry, bombeándola lentamente, acompasando las caricias con los empujones. Se siente muy satisfecho cuando oye la respiración entrecortada de Harry y sus gemidos entrecortados.

-Oh, Severus, yo sólo... ¡Oh, joder, justo ahí!- La voz de Harry se quiebra a mitad de la frase cuando Severus golpea su próstata por primera vez. -¡Sí, sí, por favor, otra vez!-.

Severus no puede decir que no cuando su joven marido suplica tan bellamente, tan excitado y necesitado en sus brazos. Hace que Harry suba un poco la pierna, doblándola para tener mejor acceso a su culo. Después de esto, empuja más rápido y más profundo, gimiendo en el oído de Harry, a veces diciendo obscenidades que sólo hacen que el joven mago gima más fuerte, su orgasmo se acerca.

-No puedo, voy a...- Harry suelta con voz tensa, sus ojos se cierran con fuerza y sus manos se agarran a las sábanas que puede agarrar. Cuando el orgasmo llega, se siente como una enorme ola que lo golpea, la fuerza del impacto es abrumadora. -¡Oh, Severus!- Grita, su cuerpo tiembla en los brazos del otro hombre mientras aguanta el orgasmo.

-Sí, Harry, así. Hm... Tan bueno para mí, Harry...- susurra Severus, refiriéndose tanto al hecho de que su marido se haya corrido en toda su mano como a la increíble sensación que produce el culo de Harry apretando fuertemente su polla. No dura mucho más, y en un par de empujones, se derrama dentro de su marido, enterrado hasta la empuñadura. -Harry, Harry, Harry...- Repite como un mantra antes de permitirse relajar y simplemente existir.

Eso es lo que hacen durante los siguientes diez minutos simplemente existen. Después, les espera la ducha. Harry piensa que podrían compartirla y Severus está de acuerdo, así que los dos se meten en la bañera. Severus ha terminado más rápido, así que se va a la cocina a preparar el desayuno. Está a punto de sentarse a la mesa cuando aparece Harry.

-Hm... Me encanta el olor del café recién hecho-. Dice, sentándose en su silla. Mira el tazón de yogur y fruta que Severus le ha preparado y sonríe, satisfecho de que Severus haya prestado atención a lo que come.

-Ni siquiera bebes café-. Señala Severus, sirviéndose una taza.

-Sí, pero me gusta el olor-. replica Harry. Mira a Severus por un momento, mordiéndose el labio inferior. -Además, tengo una cita en San Mungo por la tarde... ¿Te gustaría venir?-.