Leo POV III

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Una vez más me dije mi mismo echándole un último vistazo a los planos. Agarré mis herramientas, volví a hacer los ajustes, y salí a la interperie.
Salí al exterior después de un día completo del Búnker 9. Camine junto con Festus algunos kilómetros hasta que llegamos hasta la cima de un barranco no muy hondo.
Voltee hacia el cielo y respire el aire nocturno. Todo estaba tan callado que se podía oír el murmullar de varios arrollos cercanos y las canciones de los grillos.
Era una noche despejada y con viento fresco. Me daban ganas de acostarme en el prado de flores que se extendía a unos metros de mi pero no podía.
Primero, las ninfas y dríadas me matarían si se levantaran y me vieran ahí dormido sobre sus preciadas flores.
Segundo, tenia que terminar mi dragón. Ya llevaba dos noches seguidas solamente durmiendo cuatro horas en total. Desde que habían raptado a mi hermano Jake en frente de mis narices me había propuesto el trabajar y poner todo mi corazón en Festus ya que el iba a ser una clave para la situación en la nos encontrábamos.
Muchos creíamos que el centauro estaba tras de los d Hefesto pero, si era así ¿por que se había llevado a Mitchel? Eso era lo único que no encajaba en este retorcido asunto.
Un leve cabezazo de mi dragón me trajo de vuelta a la realidad.
El estaba igual o incluso más emocionado que yo que el estuviera lo antes posible de vuelta a la acción.
- Listo amigo?- le pregunté.
Mi dragón rugió en señal de acuerdo tan alto que resonó por toda la zona.
- Shhh- le advertí- vas a despertar a todos.
El me vio y asintió. Incluso para mi es raro ver a mi propio dragón de bronce asentir.
Me intenté trepar a su lomo pero el, con su cola, me tiró de el. Caí con un seco ruido lastimandome las costillas.
- Hey! Que te sucede!- le grité.
El en cambio se echo a reír y no me pregunten como es que un dragón puede reír o como se que estaba riendo, solo...lo se.
- Bueno, ya en serio. O quieres no estar listo hasta dentro de una semana o más- lo amenacé.
El se puso derrchito de inmediato y me permitió subir a su lomo.
Trepe por el, lo sitúe justamente al borde del barranco y le ordené que saltara de el.
El hizo lo que le mandé. Prácticamente de inmediato sentí como se elevaba y surcaba los cielos. Al fin lo había logrado. Sentí como en viento golpeaba mi rostro suave pero firme la vez. Era un sentimiento que se sentía tan bien. Un sentimiento de libertad tan agradable que por un muy breve instante, me olvidé del mundo que se extendía a mis pies y de sus problemas. Como dije, fue solamente por un breve momento puesto que sus alas volvieron a fallar y comenzamos a caer en picada. La adrenalina era lo único que sentia y el sentimiento en el estómago de inminente peligro. Mi dragón estaba intentando mover sus inertes alas pero sin éxito alguno.
Comencé a maniobrar lo mejor que pude para amortiguar de alguna manera el impacto pero todo seguía sin surtir efecto. Sin embargo, a unos cuantos metros antes de llegar al suelo, Festus, de alguna manera extendió sus dañadas alas y planeó hasta el suelo arrasando con algunos árboles.
Varias dríadas molestas de los alrededores y propietarias de esos árboles destruido salieron a nuestro encuentro gritandonos insultos u exigiendonos los daños.
- Corremos?- le pregunté a Festus. El asintió y los dos salimos disparados hasta el búnker y yo, sin aliento.
Por suerte, habíamos dejado a la horda enfurecida de espíritus dd la naturaleza unos kilómetros atrás.
- Bien amigo -le anuncie derrotado- tendremos que seguir con lo de tus alas. Festus resoplo harto.
- Lo se, lo se pero...- empecé a decirle pero me interrumpió pidiéndome algo.
- Que?...no! Porque Hades quieres hablar con Cal!?!? Me va a matar por llamarle a estas horas... Que?... No piensas cooperar si no le llamo?... Que dragón tan testarudo eres...pues yo tampoco... Okey, okey, le llamo.- le conteste a Festus dándome por vencido.
No tengo ni idea de porque quiere que le hable a mi novia a las dos fe la mañana pero bueno, si no, ni cooperaría con su reparación.
Llamé a Buford y de uno de sus cajones saqué un bote en el que guardaba nos dracmas. Saque una, abrí la llave de una manguera y lancé el dracma. Le hice la ofrenda a Iris y de inmediato me mostró a una Calypso durmiente.
- Ehem...Cal - la llamé despacito- Oye, Cali- seguía sin despertar. Vaya tiene el sueño pesado.
- Calypso, despierta. Cali. Cal. - la llamé subiendo un poco mas mi tono de voz.- Calypso! Cal! CALYPSO. CALYPSO!!!.
Cali seguía sin responder y mis peores temores llegaron a mi mente. No podía estar muerta... No podía. Un momento... Respiraba. Eso significaba que no estaba muerta pero algo definitivamente estaba sucediendo. Algo malo.
- Festus, voy a salir. Quedate aquí- le avise mientras cogía mi chamarra.
El rugió levemente en asentimiento y momentos después salí a la interperie.
Me pregunté sus sería buena idea pedirle a algunos campistas como los Stoll que me acompañaran pero decidi que mejor no. Eso iba a quitarme algo de tiempo y tenia que llegar al campus lo más rápidamente posible.
Cruce corriendo los bordes del campamento preguntándome como iba a llegar al campus cuando...

El Plan de Gea (Percabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora