Percy POV IV

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La discusión que hubo entre Jason y yo casi tira abajo la habitación. Y porque fue ese pleito? Para ver quien se quedaba con las galletas con chocolate normal y quien con las amargas.

- Percy! Podemos compartirlas, mitad y mitad - sugirió Jason exasperado.

Yo le saque la lengua y me comí una galleta del chocolate mas dulce.

- AHORA VERÁS JACKSON!- gritó mientras me correteaba en la comprimida habitación y yo mientras me reía de el y me metía mas galletas en la boca.

Estaba apunto de comerme la ultima galleta en frente de sus narices cuando una ráfaga de viento proveniente de la ventana me tiró al piso y la pequeña ráfaga dirigió la galleta la palma de el hijo de Júpiter.

- Hey! No se valen poderes!- le reclame.

El levantó una ceja en incredulidad y me dijo.

- Primero, nunca acordamos algo así y segundo, Tu inundaste el suelo para que me resbalara!

- Pero se supone que tu eres el maduro- le respondí.

- Y por eso la ultima galleta es para mi- dijo mientras la metía en su boca y la saboreaba lentamente en frente de mi.

- Eres cruel, Jason Grace.

- Tu te comiste 11 galletitas! Solo me dejaste una, aparte, quedan las de chocolate amargo

- Yay!

Jason rodó los ojos divertido y, una vez que hube secado el cuarto, nos sentamos en el suelo con la charola de galletas en medio y nos las dividimos.

Decidimos jugar un videojuego antes de dormir aunque yo ya estaba muy cansado, bueno, en realidad no estaba cansado, solamente tenia una profunda somnolencia.

Después de que Jason me venciera tres veces, yo a el otras tres y el se quedara dormido a la mitad de una partida, decidimos que lo mejor seria irnos a dormir de una vez.

Nos bañamos, primero el luego yo puesto que yo me tardo más puesto que juego con el agua. Nos cambiamos, nos lavamos los dientes y nos acostamos a dormir.

Una vez ya recostados me comencé a sentir mal.

- Jason, creo que comí demasiadas galletas- le dije una vez que ya estábamos acostados.

- Pues tomate una pastilla para el estómago.- dijo soñoliento.

- No, tengo demasiado sueño para pararme por una pastilla, buenas noches, Grace- le dije

- Buenas nommhp Jackson.- dijo a punto de quedarse dormido

- Eh?

- Buenas nochesmph.- dijo antes de quedar en silencio

Yo me di media vuelta y me sumergí en los dominios de Hypnos.

Desde la barrera de sueño que habian establecido, mis sueños no eran nada más mas que un mar de niebla en el que tanto mi subconciente coo Gea no se hacian presentes. Esta vez fue diferente.

Gea estaba en algo que parecía una caverna con enredaderas cubiertas de flores venenosas cubriéndole el cuerpo. En una esquina habia pintura roja derramada sobre un títere roto...un momento...eso...es...SANGRE?!?!

Gea sonreía desquiciadamente con una espada de hueso de drakon manchada de sangre. Una luz iluminó a lo que momentos antes pensé era un títere o un muñeco y el horror puro pinto mi rostro.

En una esquina, mi antiguo maestro y segundo padre, Quirón, estaba aventado y lleno de sangre.

-P...Percy- dijo con voz débil- n...no le hagas caso...eres un verdadero héroe...

-Q...Quirón! ...q...que te han hecho!!- grite sumido por el odio, la ira y el terror.

Independientemente de los mechones de cabellera que le faltaban, las cicatrices por su cuerpo, la carne descubierta descubierta de la falta de uñas, la sangre que salia de su ojo el cual mantenía cerrado a causa del dolor, hubo algo que encendió mi ira contra Gea.

-L...le arrancaste la pierna?...-murmuré incrédulo mientras Quirón se retorcía de agonía y una de sus piernas o ...pezuñas delanteras aventada, separada de su cuerpo a un lado de el.

- DEJALO IR PERRA!!-le grité encolerizado.

La sonrisa de la madre tierra solo aumentó y me dijo.

-Puede que tu pequeño amiguito, Jake me parece que era su nombre...como sea, haya podido romper el vinculo que teníamos con la hija de Atenea, Annabeth y el prodigio de Hefesto, Leo pero aún quedas tu y...tengo a más de tus amigos. Si es verdad que tu defecto fatal es la lealtad, no se esta notando puesto que yo no soy de las que quita la vida de inmediato sin antes divertirme y la verdad es que...-su sonrisa se acentuó mucho más-cuento con mucho tiempo y hay demasiados semidioses y humanos en este vasto mundo con los que me puedo divertir!- dijo mientras soltaba una carcajada de placer- y lo peor es...que al parecer a ti no te esta importando lo que le sucede a los demás...tu dejas que ellos mueran por ti y aun así, cuando ya conoces la manera de parar todo su sufrimiento, no lo haces...-Gea volteó a ver al techo de la caverna y suspiró-te dejo por ahora pero recuerda...yo siempre estoy vigilando.

Me levanté jadeando y lleno de sudor frío y con el característico hilillo de sangre que escurría de mi boca en cada uno de mis encuentros con la madre tierra.

Jason seguia roncando pero lo que me impresionó fue encontrarme con Leo sentado en una sila alrededor de mi cama con dos gatitos acurrucados a su lado.

-Leo?-pregunté

Leo se sobresaltó y fue corriendo a mi cama.

Automáticamente después de Leo, Jason se despertó y unos minutos después todos juntos, mis amigos entraron por la puerta con caras llenas de preocupación.

Ahora estaba seguro de que esta guerra iba a ser diferente a las anteriores. En serio estaba empezando a cuestionar nuestra victoria.

El Plan de Gea (Percabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora