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Pasaron unas semanas, todo cada vez se volvía más complicado para mi, la morocha esta cada vez más insoportable, cada vez hay más discusiones de parte de mi papá y yo. Sin olvidar contar como Mauro está medio distante, y lo entiendo, él se está enfocando en su vida y yo me estoy enfocando en una vida que no es mía, por decisión de mi papá.
Ahora cada vez el bebé está más cerca de nacer, todo pasó muy rápido, y yo enterándome a más de la mitad del embarazo.
Se supone que ahora tendría que estar en el colegio, pero adivinen a quien obligaron a quedarse en la casa. Estoy por repetir el año por faltas, de verdad espero poder pasar mi último año.
Estaba bajando las escaleras de la casa cuando escucho una conversación no muy linda.
- dios, ya no quiero esto adentro de mi panza, lo detesto. - dijo frustrada.
- yo te dije de abortarlo. - respondió algo frío.
- lo pienso dar en adopción. - miro a mi papá.
- hacete cargo. - se paró.
- ¿que me haga cargo? - asistió. - ¿yo sola?
Estaban teniendo otra discusión, la verdad estaba cansada de vivir acá, decidí terminar de bajar las escaleras e irme directo a la puerta principal, con expectativas de poder ir a caminar un rato, pero como siempre...
- ¿a donde te crees que vas?
- lejos de dos personas que me tienen cansada. - dije para cruzar la puerta e irme caminando.
No tenía ningún rumbo, supongo que iba a ir a la plaza, a tomar un poco de aire. Me senté en una banca alejada al resto, de igual manera no habían muchas personas. Saqué mi celular esperando a que él aunque sea vea mis mensajes pero, efectivamente no lo hizo. Pero algo que se me hizo raro, ¿él me estaba ignorando?. Cuando entré a Instagram una historia de él había saltado en mi inicio, la toqué y se podía ver como él estaba tranquilo con sus amigos.
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