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Mis ojos se fueron abriendo, mi respiración se aceleró y miré a mi alrededor tratando de ver que estaba pasando.
Me levanté de la cama y pude divisar al chico de espaldas. En estos momentos agradezco ser sucia; vi una botella de vidrio cerca de la cama y decidí agarrarla sin emitir ningún sonido.
Me fui acercando; de un abrir y cerrar de ojos la botella impactó en su nuca haciendo que se aleje bastante.
- ¿Mauro? - me percaté de su presencia al ver que este empezó a toser.
- dios - me acerqué. - estoy bien - negué mientras inspeccionaba cada herida que tenía en su cara.
- hija de puta
- te acercas y te saco un ojo - soltó Mauro y caminó hacia delante.
- hice softball, ¿te pegué bien?
- y si, o sea me pegaste re fuerte, aparte era una botella de vidrio
- ¿qué le pasó a tu cara? - le pregunté al chico y Mauro me miró.
- ¿qué? ¿por qué?
- no, o sea digo, por - señalé mi cara de referencia. - por la sangre en toda tu, cara
- eu, ¿no quieren merendar o algo? - el colorado soltó enojado.
- ¿me lo decís posta o es sarcásticamente? porque tengo una lijaa - soltó el chico.
- ay dios - suspiré.
- che linda, ¿le hablaste de la linda aventura que pasamos? - Mauro esquivó la mirada de ambos.
- aventura la que vas a pasar - escuché la voz grave de alguien.
Las sirenas de los policías se hicieron presentes, estos entraron y cuando menos lo esperaba; fueron directo hacia el chico.
- nos gustaría que más tarde puedan pasar a dar su testimonio de lo ocurrido - asentí leve.
- me encantaron tus besos reina, nos vemos
- ¿qué besos? - apareció Marcos y estos se fueron.
