Parte 3

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Gaslighting

Es un patrón de abuso emocional en la que la víctima es manipulada para que llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria.

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—No puedo creer la pena que nos hiciste pasar en la cena con los Zabini —masculló Draco molesto —Todo por estar borracho, parece que no puedes hacer otra cosa a parte de tomar.

—¿Qué pasó? no me acuerdo de nada, me duele la cabeza horrible —murmuró Harry mientras seguía tomando la poción que tenían para la resaca, aunque esta no estaba haciendo efecto.

—¿Qué pasó? ¿enserio? vienes preguntando esa estupidez, criticaste la decoración de la señora Zabini, los insultaste, no me sorprendería que no nos quisieran volver a hablar —dijo el rubio con desdén.

—Yo no hice eso —respondió el azabache, aunque no estaba seguro, tenía recuerdos muy difusos de lo que pasó anoche.

—¿Ahora me dices mentiroso? es increíble, Harry. Mira, ni siquiera una poción puede quitarte la resaca que tienes, y ¿esperas acordarte de todas las estupideces que hiciste anoche? —contestó molesto Malfoy y le quitó a Potter la botella que tenía en la mano —¿Sabes cuántos tratos perdimos por tu culpa? —preguntó el rubio para después tirar la botella al piso.

Harry quería negar que se sentía mal, pero no podía mentir, sabía cuanto había batallado Draco para poder sacar el apellido Malfoy adelante después de la guerra, todo el esfuerzo del rubio lo había tirado a la borda por un par de tragos.

—Lo siento —murmuró el azabache por lo bajo mientras bajaba la mirada a la mesa.

—¿Crees que con un lo siento se va a solucionar todo?

—Puedo hablar con la señora Zabini, decirle que fue una equivocación.

—Esa familia no te quiere ver ni en pintura —contestó Malfoy y levantó el mentón del azabache con demasiada fuerza —arruinaste todo —terminó de decir Draco para después agarrar su maletín y dirigirse a la chimenea.

Por más que Harry intentó recordar durante todo el día que había pasado la noche anterior en la casa de los Zabini no lograba tener ningún pensamiento sólido, pero mientras más vueltas le daba a las palabras del rubio pudo comenzar a ver que había pasado ayer, aunque no sabía si era su mente jugando con él o la realidad.

Potter se quedó dormido en la sala esperando al rubio, que llegó a altas horas de la noche con una gran sonrisa en el rostro, aunque esta se transformó en una mueca cuando vio al azabache durmiendo en el mueble...

A partir de ahí Harry solo tendría recuerdos difusos de una pelea al día siguiente.

—Eres un estúpido —dijo Draco con despreció a la vez que se ponía una bolsa de hielo en la mejilla.

—¿Qué? ¿qué pasó? —preguntó el azabache viendo como el rubio tenía el labio roto y la mejilla roja. El oji-verde sentía como si la cabeza le fuer a explotar, tenía una resaca horrible, y no recordaba haber tomado ninguna gota de alcohol el día anterior.

—¿Qué me pasó? que descarado eres, Potter. Tú me pasaste —terminó de decir Malfoy molesto mientras ingería una de las pociones que tenía en la mano contraria.

—Pero, sí —Harry no logró terminar de hablar porque sintió como su jaqueca aumentaba.

—Claro, al borracho le duele la cabeza, a parte de que no trabaja se la pasa gastando el dinero en vicio —dijo mordazmente el rubio

—Pero, yo no tomé ayer —contestó el azabache como pudo, sentía como si la cabeza en cualquier momento le fuera a estallar.

—No, obvio que no, entonces como explicas todas las botellas que están en la sala

Harry volteó a ver hacia la mesa de centro y era cierto, había 3 botellas de whisky de fuego vacías.

—Desde que murió Sirius no haces más que tomar, a parte vienes y me dejas así la cara

—Pe-pero, y-yo no

—Ten, para que dejes de estar con tonterías —dijo Malfoy mientras le tendía una poción para la resaca a Harry, este la tomó, aunque no sintió gran mejora.

—Cre-creo que estas pociones ya no sirven —dijo el azabache mientras cerraba los ojos fuertemente para intentar mitigar el dolor.

—La poción sí sirve, el que no sirve eres tú —murmuró el rubio para después realizar un hechizo de glamour en su rostro.

—¿Qué hice ayer? —preguntó Harry cuando sintió que el dolor de cabeza ya estaba pasando aunque sea un poco.

—Pues, por donde empiezo —dijo Malfoy con rencor en la voz —llegué a la casa y lo primero que veo es como te tomas la cuarta botella de whisky de golpe, cuando me acerco a ti para quitártela me golpeas con ella.

Harry volteó a ver hacía la mesa nuevamente, y sí, había una botella de whisky rota en el suelo.

—Lo siento —murmuró Harry mientras intentaba retener las lágrimas que querían salir de sus ojos, no recordaba haber hecho nada de eso la noche anterior, pero la verdad ahora no recordaba casi nada con certeza.

Después de la guerra el recuerdo de la muerte de Sirius le traía más tristeza que antes, necesitaba algo para olvidar, por eso el alcohol se volvió una constante en la vida de Harry, él sabía que estaba mal, sus amigos ya se lo habían dicho, pero nunca pensó que sería capaz de dañar a alguien, y menos a su novio.

—Con un lo siento no puedes arreglar todo —dijo Draco para después salir de la casa.

Por más que el azabache intentó recordar la noche anterior no podía, todo se volvía nuevamente difuso, solo podía escuchar la botella de whisky romperse, ver la sangre que salía del labio de Draco y una mancha roja en su mejilla.

Harry no tenía la menor idea de lo que estaba pasando, ya no recordaba tomar, pero siempre amanecía con una resaca horrible, y cuando despertaba era para enterarse que había roto algo o había golpeado a Draco, el rubio ya ni siquiera llegaba a la casa siempre y Harry lo entendía ¿quién querría estar con alguien como él?

La última pelea, si es que a eso puede llamársele pelea, había ocurrido cuando Draco había llegado tarde a casa, el azabache había perdido el control, y le había intentado lanzar un crucio a Draco.

El oji-verde recordaba vagamente la situación, y cuando Draco le contó como habían pasado los hechos todo apareció en su mente, era como un borrón en sus recuerdos, pero era seguro que pasó, o al menos eso creía Harry.

Al azabache no le sorprendió que poco tiempo después el rubio terminara con él, ya ni siquiera se aguantaba a sí mismo.

Harry ya no estaba seguro si tomaba para olvidar todo lo ocurrido en la guerra o para olvidar todo lo que le había hecho a la persona que en algún momento fue su pareja; no podía evitar recriminarse cada día que pasaba todo el daño que le había causado a Draco, todas las veces que lo golpeó y hechizó.

Todo comenzó la vez que Harry insultó a la señora Zabini por pasarse de copas, el oji-verde decía recordar ese momento con exactitud, lo sentía grabado en su mente, aunque eso era mentira.

Harry nunca había insultado a la señora Zabini, ni siquiera habló con ella ese día, estaba lo suficientemente borracho como para tan siquiera estar parado, Blaise se dio cuenta de eso, por ello lo llevó a una habitación para que descansara.

Pero cuando el italiano volvía a la fiesta donde se encontraban todos descubrió que su prometida le estaba siendo infiel con su mejor amigo, los tratados entre los Malfoy y Zabini se acabaron por eso, no porque Harry hubiera hecho algo, pero este nunca lo sabría.

Todo lo que Harry recordaba que le había hecho a Draco sí había pasado, pero con los papeles al revés, él nunca había lastimado al rubio, y eso sí era cierto.

La mente es de las cosas más poderosas que existen, por eso si intentas lo suficiente creer algo aunque sea mentira terminará siendo tu realidad.

Angstruary - DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora