Parte 8

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Dysphoria

Se caracteriza generalmente como una emoción desagradable o molesta, como la tristeza (estado de ánimo depresivo), ansiedad, irritabilidad o inquietud.

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—Que no, ¿verdad que no, Dragón? —preguntó Pansy para voltear a ver al rubio que se encontraba a su lado.

—¿Qué quieres, Pansy? —preguntó Draco con obvia irritación en la voz.

—¿Estás bien? se te escucha molesto —dijo Pansy con duda en la mirada ignorando la pregunta del rubio.

—¿Qué te importa? solo deja de fastidiar — contestó Draco molesto.

—Ey, está bien que estés molesto pero no le contestes así —dijo con el ceño fruncido Blaise.

—Agh, son insoportables —respondió el rubio y se levantó para después alejarse de sus amigos a paso rápido.

—Está raro Draco —dijo la pelinegra mientras veía por donde se fue el oji-gris —Hace días que lo veo así, me está preocupando.

—Yo solo veo que está siendo un maldito y tú se lo estás permitiendo —dijo Blaise manteniendo el ceño fruncido.

—Es que algo le pasa, estoy segura, Draco no es así 

Mientras tanto el rubio solo caminaba por los pasillos mientras mascullaba molesto acerca de sus amigos, aunque ni él estaba seguro porque.

—¿Todo bien, Malfoy? o ¿es que tu novia se molesto contigo? —preguntó Ron con burla cuando vio al rubio en su camino.

—¿Qué te importa comadreja?

—No le digas así, Malfoy —contestó Harry saliendo a la defensa de su amigo pelirrojo.

Draco solo volteó a ver a Potter y se alejó sin rumbo mientras murmuraba enojado. El trio de oro se quedó perplejo al darse cuenta que el slytherin no les respondió ni inició una pelea como normalmente hacía.

—Eso fue raro —dijo después de un rato Hermione.

—¿Solo raro? —preguntó Ron con la clara burla en la voz.

Harry escuchó como sus amigos discutían, pero no les estaba prestando atención, sino que se preguntaba el por qué del extraño comportamiento de Malfoy.

El rubio no sabía porque de repente sentía sus ojos aguarse, no entendía porque cada dos segundos se sentía de una forma diferente, y eso solo hizo que las lágrimas que sentía en sus ojos cayeran.

Desde que su padre le había enviado esa carta, esa maldita carta donde le dijo que debía tomar la marca tenebrosa, ya no podía ni siquiera dormir por las noches por el estrés que sentía, cada día que pasaba se iba acortando su tiempo de libertad.

El sentir que las vacaciones se acercaban estaba acabando con sus nervios, no quería que llegaran, no quería regresar a su casa, no quería ser un simple peón, no quería seguir esos malditos ideales, pero no había nada que pudiera hacer para cambiarlo.

No podía arriesgarse a que le pasase algo a su madre, no se lo perdonaría, solo le quedaba doblegarse ante la persona que más odiaba en el mundo, la que estaba haciendo su mundo un infierno.

Sabía que algo estaba mal con él, no era normal que de la nada quisiera matar a todo el mundo y al segundo siguiente solo estuviera llorando mientras se sentía un fracasado. Pero en este momento esa era la menor de sus preocupaciones, lo único importante era salvar a las unicas personas que quería, y si por eso tenía que sacrificarse le daba igual.

No le importaba el hecho de que ahora Harry lo mirara con odio, no, eso valía la pena si es que así podía salvarlo, porque en el fondo de us mente aún quedaba la hermosa historia de amor que vivieron, ahí aún seguía el recuerdo de esa mirada de amor que tantas veces le había dedicado.

Harry ya no se acordaba de eso, era imposible que se acordara después del obliviate.

Pero a Draco no le importaba, él todavía recordaba todos los momentos que tuvo con Potter, y por eso ahora intentaría ayudarlo todo lo que podía desde el lado enemigo, aunque arriesgara su vida, porque lo más importante para él eran las personas que amaba, aunque eso acabara con su salud mental.


Angstruary - DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora