Angstruary - Drarry

Parte 11

Bullying / Acoso

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Puedo sentir la mirada de alguien clavada en mi nuca, sé quien es, pero no tengo el coraje suficiente como para encararlo, por algo no soy gryffindor; era algo estúpido que el sombrero seleccionador me haya querido poner en esa casa.

Desde que entré a slytherin mi vida se convirtió en un infierno, tanto en mi casa como en la escuela, el no sentirte aceptado y ser repudiado por tu propia casa era un sentimiento que tenía a diario.

Cuando le dije a mis padres que fui seleccionado para slytherin me dijeron que estaba bien, que seguía siendo su hijo y nada había cambiado, aunque eso era una obvia mentira, después de eso ni siquiera me podían mirar a los ojos, creían que no los escuchaba cuando peleaban acerca de por qué había quedado en esa casa, que era un deshonra para la familia, nunca me lo dijeron a la cara, pero sí lo escuché.

Muchas veces me pregunto que hubiera pasado si hacía algo diferente, si terminaba en gryffindor mis padres me verían a los ojos y no me repudiarían, si no hubiera rechazado la amistad de Malfoy me podría sentir aceptado en la escuela.

En los pasillos los de slytherin solo solían ignorarme, pero en la sala común podía sentir sus miradas cargadas de odio; en especial una, la de Malfoy.

Había rechazado la amistad del príncipe de las serpientes, lo había humillado frente a toda la escuela diciendo que no me llevaría con él, y aún 4 años después seguía teniendo las consecuencias de una decisión estúpida que había tomado en primer año, apenas tenía 11 años.

No podía ni siquiera dormir bien, tenía que estar alerta para evitar ser blanco de algunos de los slytherin que buscaban "vengar" a Malfoy, fue una estupidez de niños, ya deberían haberlo superado.

Esos ojos plata se habían convertido en mi tormento desde el primer día que los conocí, terminar hechizado en los pasillos solitarios ya era algo común en mi día a día, si tan solo no hubiera terminado en slytherin.

Sabía lo que me esperaba cuando se acabara esta clase, la advertencia estaba pintada en esos ojos plata.

No podía decirle nada a mis padres porque estos ni siquiera querían dirigirme la palabra, y los maestros solo me quedaban viendo feo por el simple hecho de ser slytherin.

Tener que cuidarte hasta de tu propia sombra en todo momento, tener miedo de cualquier persona que pase a tu lado, saber que no puedes responder a un ataque porque te puede ir peor.

Era una tortura estar en cualquier lado ahora, aunque en cierta medida prefería estar en mi casa, que te ignoren es mil veces mejor a estar cuidándote a donde sea que vayas.

Terminó la clase, y tenía la absurda esperanza que simplemente se fueran y me dejaran en paz, aunque esto obviamente no pasó, soy Harry Potter, la suerte no está de mi lado.

Mientras guardaba mis cosas una mano pesada cayó en mi hombro, sabía a quien pertenecía, no era necesario subir la mirada para saber de quien era.

—Potter, te esperamos afuera —y con eso el rubio salió del salón.

Ya no quería salir, sabía que iba a pasar, diario era lo mismo.

¿Por qué simplemente no fui un gryffindor?

¿Por qué rechacé la amistad de Malfoy?

¿S i fuera amigo de Weasley esto sería diferente?

¿Si mis padres me apoyaran me sentiría mejor?

Continué guardando mis cosas mas lento, total, ya no tenía razón alguna por la que apurarme, saliera ahora o saliera en un rato me iba a pasar lo mismo.

Un ciclo de nunca acabar.