Semanas después del ataque de la aldea.
Aldara regresaba al refugio que habían hecho, ella y sus amigos para protegerse de la lluvia, con un pequeño tazón de madera lleno de agua. Esas semanas habían sido muy complicadas pero para su suerte, aunque eran muy jóvenes sus padres le habían enseñado a ser independiente, así que lo que no sabía hacer uno, lo sabía hacer el otro, pero desde el día anterior solo habían sido Robert y ella ya que Nahiara había enfermado.
Apenas podía levantarse de la cama improvisada que habían fabricado con algunas cosas que habían sobrevivido de sus casas en el ataque y era por eso que había salido a buscar un poco de agua para bajarle la fiebre.
-Al fin llegas- exclamó Robert cuando la diviso y tomo el tazón que ella tenía en las manos -La fiebre le aumento y le salió sarpullido- Exclamó preocupado
-Ven te ayudo- le dijo ella pero antes de poder entrar en la improvisada tienda Robert la detuvo
-No puedes entrar- la detuvo antes de que pudiera hacer cualquier movimiento - Esos sarpullidos solo significa que es varicela y es muy contagiosa no puedes enfermarte-
-Tu también te estás arriesgando, no voy a discutir esto contigo- dijo ella e intento volver a entrar pero el la volvió a detener - A mi ya me dió varicela, no me puede repetir, la tuve cuando tenía su edad, así que no corro peligro, en cambio tú no la has tenido y te puedes contagiar-
Ella lo vio con el seño fruncido dispuesta a protestar ya que quería ayudar a su amiga y el no se lo estaba permitiendo.
-No me mires así- le dijo Robert -Te estoy cuidando, no quiero que te enfermes tu también, por favor entiende- le suplico.
Aldara suspiro y se sentó en un tronco caído de brazos cruzados -De acuerdo- exclamó algo molesta, ya que tuvo que resignarse.
-Te lo agradezco- exclamó él mientras se disponía a entrar pero se acordó de algo así que se regresó - Aldara, de casualidad conoces está planta- dijo el mientras le acercaba una hoja.
Ella la tomo y después de observarla con detenimiento asintió -Si mi madre la usaba mucho en sus medicamentos-
- Será que puedes conseguir más de estás, es para hacer una pasta, y que ella se la coloque en el sarpullido- le explicó
-De acuerdo pero ¿en dónde la encontraste?- pregunto ella levantándose.
-La planta la encontré en un prado que está al final de ese camino- señaló el lugar -Es cerca y hay muchas, así que no hay pérdida-
-Esta bien las buscaré, pero será mejor que entres ahora para bajarle la fiebre a Nahiara antes de que empeore- dijo ella antes de irse.
Robert la vio alejarse y luego decidió entrar encontrándose con su amiga la cual estaba dormida, el se acercó a ella y le tocó la frente aún tenía fiebre pero por lo menos la estaba sudando ya que noto que su cara estaba húmeda, así que tomo un pedazo de tela y la hundió en el tazón de agua una vez este estaba bien empapado, lo escurrió y se lo coloco en la frente.
-Vamos tienes que mejorar- hablo más para si mismo que para ella, tomo otros trozos de tela y después de mojar los y escurrirlos, los coloco en sus brazos y pies.
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Los Aprendices de Merlin
DiversosTodos conocemos ya la historia de Hisirdoux Casperan, el sucesor del gran mago Merlin de Ambrosía, pero que hay de los demás aprendices que tuvo el en un pasado.