9 Yours - JIN

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Buscó por cada rincón de su habitación aquel objeto. Estaba a nada de entrar en un ataque de ansiedad si no lograba conseguirlo. Buscó y buscó pero nada. Ya las lágrimas estaban aproximándose, por creer que había perdido aquello. Lo necesitaba, lo necesitaba con urgencia.

Ya no lo sentía, y al no sentirlo hacía que las cuatro paredes de la habitación fuesen asfixiantes. Su respiración se volvió irregular, siendo preso del pánico no podía pensar con claridad. Tenía puesta su ropa nuevamente. Su voz la escuchaba todavía. Pero ya no podía olerlo, no lo podía oler en la habitación, y eso lo estaba sofocando.

Quería sentirlo, moría por sentirlo una vez más.

Sollozó perdiendo la estabilidad en las piernas. Despertó de un mal sueño, y no había nadie a su lado, deseándole los bueno días, besando sus parpados porque se le hacía tarde para el trabajo.

No había nadie. Gateó entre lágrimas a su armario, sacando con desesperación todas sus prendas, accesorios y zapatos. Debía encontrarlo, necesitaba encontrarlo. Debido al ruido de las cosas caer contra la madera, un castaño que se encontraba en la cocina, descansando del día sumamente pesado y cansado, al escuchar aquel ajetreo se alarmó, dejando la taza de café a medio tomar, hasta llegar a la habitación del chico en estado lamentable. Simplemente al verlo, su corazón dolió, dolió tanto por verlo tan roto como nunca había estado.

– Yoonie, ¿Qué haces? – se acercó con cuidado, hasta llegar a su altura y sostenerlo con suavidad hasta atraerlo a su pecho. Ahí fue donde Yoongi se dio la libertad de llorar aún más fuerte, haciendo que Taehyung lo acompañara en su dolor.

– Tae, no lo encentro... No-no... N-no encuentro su perfume. Lo necesito.

– Yoonie... – Yoongi apretó el pecho de Taehyung, suplicando.

– P-por favor... Lo n-necesito, no lo siento– sollozó. Taehyung acarició con delicadeza su cabello, derramando lágrimas de dolor al no saber cómo volver a unir a su mejor amigo. Era demasiado para él, no podía reconstruirlo. Yoongi estaba hecho pedazos.

– Esto te está lastimando más, Yoonie.

Sollozó más fuerte. Atrayendo a la segunda persona que veía todo desde el umbral de la puerta. Sabía que Yoongi no lo quería allí, pero era su pequeño. Jamás podía dejarlo solo ni aunque lo insultase en mil idiomas. Era su culpa. Interceptó la mirada de Taehyung, pero no le hizo caso, así que buscó en los cajones bajo la atenta mirada del castaño, y el fuerte llanto de su pequeño. Hasta que encontró lo que buscaba.

Estiró su brazo, dándoselo a Taehyung, ya que Yoongi no había caído en su presencia. Así era mejor. Y aunque se reusó en varias ocasiones, lo mejor era hacerle caso. Así que tomó el frasco de perfume entre sus manos, observando cómo salía de la habitación con lágrimas de impotencia en los ojos.

– Yoonie, toma. Aquí esta, era lo que buscabas, ¿Verdad? – Taehyung se separó. Dándole el frasco a Yoongi, quien inmediatamente lo olió, y volvió a llorar, esta vez de alivio al saber que no lo había perdido. Esa mañana Taehyung tuvo que rociar la mayoría de las camisas y la cama de su Yoonie con ese perfume. Logrando que el pálido durmiera con más tranquilidad, al sentirlo junto a él.

Aunque sea su olor.

Una vez dormido, Taehyung lloró como un niño en la esquina de la habitación, al no saber qué hacer, ni cómo ayudar a su mejor amigo.





Once Besos - Jinsu*/Completa/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora